Cd. del Vaticano / Agosto 22.-
La Iglesia Católica no ha sabido explicar a la sociedad las razones del celibato sacerdotal y eso ha provocado incomprensiones de la opinión pública hacia los presbíteros, aseguró el arzobispo mexicano Carlos Aguiar Retes.
En entrevista con Notimex el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) admitió que es un reto para los obispos dar a conocer las razones de esta norma eclesiástica ante diversos escándalos públicos de los últimos meses.
“(El celibato) es un punto siempre presente en la opinión pública, llama la atención porque es un estilo de vida que no es comprendido en la opinión pública y en ciertos círculos que no tienen una clara referencia a Dios para la orientación de su conducta”, dijo.
“Es sólo entendido –agregó- desde la dinámica espiritual que sostiene la Iglesia con base al proyecto de Dios para la comunidad humana, para la sociedad”.
Con estas palabras el arzobispo de Tlalnepantla (México) se refirió a un debate abierto entre los católicos de América Latina y otras partes del mundo a causa de escándalos públicos que han afectado a sacerdotes.
Uno de ellos involucró, en mayo pasado, al presbítero católico Alberto Cutié quien fue sorprendido por una revista de espectáculos de Estados Unidos en la playa con una mujer de 35 años en actitudes románticas.
Aguiar Retes consideró como un “reto” para transmitir a la gente el por qué de la regla del celibato, aunque afirmó que en México, tanto los feligreses como los presbíteros, “entienden, aprecian y valoran” esa norma.
Agregó que esa condición no es cuestionada desde el interior de la vida de la Iglesia y tampoco los obispos deben “batallar” con los sacerdotes, aunque algunos “tienen sus fallas y sus situaciones de anormalidad en ésto”.
“El desafío es que no hemos sabido transmitir el por qué, no lo hemos sabido traducir en términos que lo entiendan los jóvenes de hoy y la sociedad en general, que sepan que se trata del testimonio muy fuerte de la trascendencia”, indicó.
Según el prelado la soltería de los ministros católicos se entiende mejor desde “la eternidad” o “el encuentro con Dios” que esperan los sacerdotes y no desde “la visión miope, corta, de que todo termina con la muerte”.
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