Cd. de México.-
Alrededor de las 10:30 horas, a una cuadra de La Noria, un ciudadano brincó del microbús del que se transportaba, sin fijarse que la camioneta de Roberto “Piojo” Alvarado, futbolista del Cruz Azul, venía por ese lado.
Impacto entre la pickup RAM sobre este joven, quien —según testigos— salió por el aire hasta encontrar el asfalto de la Avenida Acueducto.
“Era una camioneta roja de doble cabina, donde venía el hijo del Chaco [Santiago Giménez] y Piojo Alvarado”, comentó Manuel de la Paz, un taquero que trabaja justo enfrente de donde sucedió el accidente.
De acuerdo con el señor, el defensa Pablo Aguilar también venía con ellos, aunque otro testigo —que prefirió el anonimato— dijo que el paraguayo estaba en otro vehículo, pero no estaba seguro.
“De repente, del microbús sale un muchacho brincando y, prácticamente, lo agarraron al vuelo con la camioneta roja. Al caer, el muchacho se empezó a convulsionar, boca bajo… [Parecía] como si se empezara a ahogarse con su propia sangre y los mismos jugadores le dieron la vuelta y lo ayudaron”, narró de la Paz.
El taquero añadió que Jonathan Rodríguez, mejor conocido como “Cabecita”, fue quien se adelantó a La Noria para informar lo sucedido a la directiva. A los pocos minutos, llegaron patrullas, personal y médico del Cruz Azul a la ubicación del siniestro.
Los jugadores, según los testigos, ayudaron en todo momento al atropellado, que “parecía conmocionado”, hasta que llegaron las ambulancias.
Primero, lo subieron en una, pero que arribó “el seguro, pudo ser del mismo equipo, llamaron a otra ambulancia, acordaron algo, bajaron al muchacho, la subieron a ésta y se lo llevaron”. Posteriormente, los celestes también abandonaron la zona.
De acuerdo con de la Paz y el anónimo, Alvarado no tuvo la responsabilidad completa de atropellar a esta persona: “Creo que fue este chavo [el accidentado] quien tuvo la culpa, porque ni siquiera se bajó asomándose por si venía un carro o no. Simplemente, brincó del microbús y fue cuando lo agarraron casi en el viento. Estos cuates [Piojo y Giménez] no venían recio, un poquito fuerte, pero no en un exceso de velocidad”.
La camioneta del volante cementero y seleccionado nacional no habría sufrido algún daño mayor y La Máquina entrenó en sus instalaciones, la última práctica previa a la vuelta de las semifinales del Guardianes 2021 ante el Pachuca.