Roma, Italia / Agosto 26.-
Verónica Lario, esposa del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi evitó hablar con su marido antes de anunciar su decisión de divorciarse debido a que estaba convencida de que il Cavaliere le mentiría.
“No puedo (hablar con él), me contaría la enésima mentira y esta vez no lo soportaría”, dijo Lario en el libro-entrevista “Tendenza Verónica”, de la periodista María Latella, que este miércoles salió a la venta en Italia.
El volumen, cuya primera edición vio la luz en 2004, se complementa ahora con un nuevo capítulo en el que se detalla la “gran crisis” entre la pareja, abierta luego de que la prensa reveló la relación del premier con la adolescente Noemi Letizia.
Según Latella, ahora los posibles escenarios son dos: una separación consensual mientras sus vidas toman caminos (y hasta países) separados o una eventual reconciliación, considerada improbable.
Para la periodista son pocos los que apoyan la última posibilidad, en la que Verónica ayudaría a Berlusconi a “encontrarse a sí mismo”, incluso con la eventualidad de recurrir a una clínica especializada en sexo-adictos. Pero en el libro es la propia interesada quien desmiente la hipótesis de la reconciliación.
“No puedo condenarme a hacerle de nana y no puedo impedirle de hacer el ridículo ante los ojos del mundo”, declaró Lario, quien anunció el divorcio bajo el argumento de que “no puedo estar con un hombre que frecuenta a menores de edad”.
Confirmó que un día antes de asistir secretamente al cumpleaños de Noemí Letizia en abril pasado, Il Cavaliere le aseguró que iba en cambio a Nápoles para presidir una reunión importante sobre el problema de la basura.
“Se trató de la enésima mentira, entonces es mejor buscar una última forma de respeto por mí misma, es mejor el divorcio; no sé de donde me viene esta convicción, esta fuerza”, señaló la segunda esposa de Berlusconi y madre de sus tres hijos menores.
Latella también reveló el enfrentamiento de Barbara, la primogénita de la pareja, con Berlusconi luego de que periódicos cercanos al premier lanzaron ataques a Lario en castigo por haber anunciado a la prensa el divorcio.
Dijo que Barbara “estaba furiosa” y rechazó sumarse a sus medios hermanos, Marina y Piersilvio (del primer matrimonio de Berlusconi) y a su hermano Luigi, que en diferentes tonos condenaron declaraciones del líder de la oposición, Dario Franceschini, que cuestionó la idoneidad del Cavaliere como padre.
Según Latella, Berlusconi fue sorprendido por el inesperado anuncio del divorcio hecho por Lario a los medios de comunicación y por una entrevista de Barbara a la edición italiana de la revista Vanity Fair, en la que declaró que para un político es imposible dividir la vida pública de la privada.
Ello porque el jefe de gobierno ha acusado a la prensa de violar su privacidad revelando su relación con Noemí, la presencia de bailarinas, modelos y prostitutas en sus fiestas o el caso de Ptrizia D’Adadrio, la acompañante que grabó sus encuentros con el primer ministro.
De 53 años de edad, Lario, una ex actriz de teatro, inició su relación con Berlusconi (de casi 73 años) en 1980, cuando el también magnate de los medios de comunicación estaba aún casado con Carla Dall’Oglio.
Se casaron solamente en 1990, cuando ya habían nacido sus tres hijos.
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