Todos sabemos que asistir a la escuela de manera presencial es un factor primordial en el desarrollo de los niños en el tema de la identidad, la pertenencia, la socialización, la integración de la personalidad, la comunicación interpersonal, la interacción directa con los maestros, la educación física y la salud mental en general, entre muchas otras cosas. El llamado “home schooling” o la “escuela en casa” fue en sus modernos orígenes (antes de la pandemia) un concepto y un movimiento que se inició en la década de los 80s, un tanto “snob” practicado por padres hipsters decepcionados del sistema y convencidos de que las escuelas (públicas y privadas) eran más dañinas que benéficas en cuanto que formaban y uniformaban mentalmente a individuos en serie indoctrinados para convertirse en siervos del “establishment”.
Pero, en el 2020 la contingencia por la pandemia de Covid-19 provocó que se cerraran las escuelas y que prácticamente todos los niños y niñas del mundo se aislaran en sus hogares y hasta donde fuera posible, continuaran sus estudios oficiales desde casa con el apoyo del Internet, los medios de comunicación y de sus familias. Así han estado por ya casi 15 meses y aún es pronto para medir los estragos que esto pudiera causar en el desarrollo humano de toda una generación. Hoy vemos como se incrementa una fuerte presión principalmente por parte de padres de familia y dueños de escuelas particulares para que los niños vuelvan a las aulas: el trasfondo es multifactorial: motivos económicos, familiares, sociales, laborales, políticos y también psicológicos y pedagógicos sustentan sus argumentos. El problema y el dilema, sin embargo, tienen que ver únicamente con el tema de la salud. Por ejemplo:
1.- Ningún menor en edad escolar ha sido vacunado contra el covid-19 y se sabe que los niños no solo sí pueden contraer la enfermedad, sino que son potentes transmisores de la enfermedad y ahora hay nuevas cepas y variantes del virus más perniciosas.
2.- Una vez abiertas las escuelas a las clases presenciales, el acudir o no acudir ya no será opcional, sino obligatorio. (los planteles escolares no se pueden comparar con lugares en los que la asistencia es voluntaria, opcional y bajo riesgo propio, como lo son estadios, casinos, centros recreativos, restaurantes, vacaciones, etc.)…Aunque también es cierto que muchos acuden a estos lugares de mero esparcimiento con singular puntualidad, como si pasaran lista y quisieran obtener un certificado de asistencia perfecta.
3.- No todas las escuelas pueden garantizar y/o sostener el costo de una oferta educativa híbrida ya que ofrecer ambas modalidades implica doble trabajo, más personal y doble costo operativo.
4.- Por si esto fuera poco, desde hace algunos (varios/muchos) meses ha escaseado o incluso ha habido un desabasto total, tanto en el ámbito médico privado como en el público de TODO el país, de la vacuna hexavalente que forma parte del cuadro básico de vacunación infantil ya que dicha vacuna protege contra 6 enfermedades en concreto: difteria, tétanos, tos ferina, poliomielitis, Haemophilus influenza tipo B (mismas infecciones de las que te protege la vacuna pentavalente) y hepatitis B. Esto significa que los niños en edad escolar estarían expuestos y sin protección a otras enfermedades peligrosas además del Covid-19. Muchos infantes no han recibido siquiera la primera dosis, y otros tantos no han recibido el refuerzo de esta vacuna. Un brote de cualquiera de estos males en la población infantil de edad escolar o de guardería sería catastrófico. Esta vacuna la debe surtir y distribuir el Gobierno Federal, que no ha dicho ni pío al respecto, ni parece tener para cuándo a pesar de que el gobierno de Nuevo León ha hecho intensas gestiones y enormes esfuerzos para conseguir dicha vacuna. Simplemente “¡No hay, no hay!”
Por eso, y bajo estos criterios entre otros riesgos, el dilema de abrir o no abrir las escuelas resulta una decisión difícil, de altísimo riesgo y monumental responsabilidad, ya que si las cosas terminan en tragedia ¿Quién se hará responsable? ¿Los que pugnaron por la reapertura o los que la permitieron?
Yo aquí les dejo el tema para sopesar los pros y los contras, para medir los riesgos y para deslindar responsabilidades sobre tan tremendo dilema y tan complicada y peligrosa decisión.