Reynosa, Tam.-
Caminar por el ruedo, vestir el traje de luces es un sueño interrumpido al menos para el novillero Guillermo Guerra Flores.
El Covid-19 vino a interrumpir las corridas programadas, para evitar la asistencia de cientos de personas en espectáculos taurinos.
“Es un tema muy complicado, el Covid nos vino a pegar a todos, en la economía, cerraron todo; han habido muchos contagios y muertos, es un tema muy serio y grave, esperemos que con la vacunación las cifras vayan para abajo, aunque parece que se volvió a disparar”, dijo el joven de una dinastía de “Memos”, que incluye a su padre, aficionado a la fiesta brava y su abuelo, un reconocido cronista taurino.
“Desde que nací conviví con toreros, ganaderos, empresarios taurinos, en diciembre del 2015 debuté como novillero profesional”, recuerda quien participó en carteles de las Monumentales de Monterrey y Zacatecas, como en plazas de Tijuana y Cadereyta.
Señaló que se siente orgulloso de decir que en su familia tienen muy buena relación con el matador Eloy Cavazos.
“Con él vamos a las ganaderías y podemos practicar en el campo, que es como mejor nos preparamos los toreros. A veces me dice crúzate o agarra el lado derecho; son consejos que valen oro”.
Pero esto de “vivir del toro es muy complicado”, asegura, por ello tiene la carrera de negocios internacionales por la UANL.
Para aspirar a ser torero, alternativa que espera tomarla el próximo año, si la pandemia lo permite, sabe que es un atleta y debe de prepararse física y mentalmente, todos los días.
Acostumbra subir los cerros cercanos, también usa la bicicleta de montaña, hace spinning en el gimnasio, y hasta yoga para tener una mejor concentración.
“Torear en salón es importantísimo; la rutina es empezar con ejercicio, me regreso a la casa, para ir después al trabajo, le voy combinando, a veces voy al cerro, otros días salgo a correr o saco la bici”.
Aunque aún no le toca vacunarse por su edad, sus papás ya tienen su primera dosis, y “gracias a Dios no ha ocurrido nada grave” con el SARS-CoV-2.
Lo que que sí estuvo grave fue la cornada que recibió en febrero del 2017 en Encarnación de Díaz, Jalisco.
“Fue en el triángulo de scarpa de la pierna izquierda, fueron ocho centímetros rumbo al vientre, y cinco centímetros para el otro lado. Los toros cuando cornean hacen varias trayectorias, aunque es una zona complicada fue una cornada limpia, puro destrozo muscular”, dijo.
El año pasado prácticamente no toreó ninguna novillada, estuvo parado todo el año, pero fue al campo a ganaderías, a puertas cerradas sin público debido al Covid-19.
“El domingo pasado estuve en Zacatecas, con un aforo del 30 por ciento de aforo, sin dudas nos ha pegado muy duro, no sólo al sector taurino, sino al artístico como los músicos”, comentó.
Para Guerra Flores nunca será lo mismo ponerse el traje de luces, estar en la plaza con la gente, escuchar los oles de la plaza y cargar con esa responsabilidad (enfrentarse al toro) que hace sentir la adrenalina de la cabeza a los pies.
“Nadie se imaginaba que el Covid fuera a llegar a tanto. Lo veíamos por las noticias o por el Twitter que estaba en China, que llegó a Estados Unidos, pero nunca pensaríamos que se iba a cerrar todo, cines, teatros, conciertos, esperamos Dios quiera que vaya a menos, porque para que termine falta un buen rato más”, indicó.
Sobre las opiniones en contra de la tauromaquia, es respetuoso, pero afirma que hay que saber el contexto del toro de lidia, que vive como rey toda su vida para enfrentarse en la arena al torero, pero respetando a los vegetarianos, al final la carne se aprovecha para consumo humano.
Como novillero él cuida su alimentación para mantenerse fuerte y esbelto: “claro que hay días en que se antoja una hamburguesa”.
Admirador de toreros como Octavio García “El Payo”, José Mauricio, o de Ernesto Javier “Calita” y los españoles Ginés Marín y Álvaro Lorenzo, “Memo” Guerra sigue luchando por tomar la alternativa muy pronto.
“Mi sueño sería tomar la alternativa en la Monumental de Monterrey, que es la plaza que me vio nacer, mi segunda casa. Si no se puede está Cadereyta, que me gusta mucho”, dijo sonriendo.
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‘Memo’ Guerra: Of lights in times of Covid
By Jose Luis Montemayor
Reynosa, Tam.-
Walking through the ring, wearing the suit of lights is an interrupted dream, at least for the bullfighter Guillermo Guerra Flores.
The Covid-19 came to interrupt the programmed bullfights, to avoid the attendance of hundreds of people in bullfighting shows.
“It is a very complicated issue, the Covid came to hit us all, in the economy, they closed everything; there have been many infections and deaths, it is a very serious and serious issue, let’s hope that with the vaccination the figures will go down, although it seems that it was fired again”, said the young man from a dynasty of “Memos”, which includes his father, fond of the brave festival and his grandfather, a renowned bullfighting chronicler.
“Since I was born I lived with bullfighters, ranchers, bullfighting businessmen, in December 2015 I made my debut as a professional bullfighter”, recalls who participated in posters of the Monumental de Monterrey and Zacatecas, as in Tijuana and Cadereyta squares.
He pointed out that he is proud to say that his family has a very good relationship with the matador Eloy Cavazos.
“With him, we go to the herds and we can practice in the field, which is how bullfighters prepare ourselves best. Sometimes he tells me to cross over or grab the right side; they are advised that is worth gold”.
But this “living off the bull is very complicated”, he assures, that is why he has a degree in international business at UANL.
To aspire to be a bullfighter, an alternative that he hopes to take next year if the pandemic allows it, he knows that he is an athlete and must prepare physically and mentally every day.
He uses to climb the nearby hills, he also uses the mountain bike, does spinning in the gym, and even yoga to have a better concentration.
“Bullfighting in the classroom is very important; the routine is to start with exercise, I go home, to go to work later, I combine it, sometimes I go to the hill, other days I go for a run or take my bike”.
Although he has not yet been vaccinated due to his age, his parents already have their first dose, and “thank God nothing serious has happened” with SARS-CoV-2.
What was serious was the goring he received in February 2017 in Encarnacion de Diaz, Jalisco.
“It was in the scarpa triangle of the left leg, it was eight centimeters towards the belly, and five centimeters to the other side. When bulls go, they go through several trajectories, although it is a complicated area, it was a clean goring, pure muscle destruction”, he said.
Last year he practically did not fight any bullfight, he was unemployed all year, but he went to the fields to herds, behind closed doors without public due to Covid-19.
“Last Sunday I was in Zacatecas, with a 30 percent capacity, without a doubt it has hit us very hard, not only in the bullfighting sector but also in the artistic sector such as musicians”, he commented.
For Guerra Flores, it will never be the same to put on the suit of lights, be in the plaza with the people, listen to the oles of the plaza, and carry that responsibility (facing the bull) that makes you feel the adrenaline from head to toe.
“Nobody imagined that the Covid would reach so much. We saw it on the news or on Twitter that was in China, which reached the United States, but we would never think that everything was going to close, cinemas, theaters, concerts, we hope God wants it to go less because for it to end, it takes a good time more”, indicated.
Regarding the opinions against bullfighting, he is respectful but affirms that you have to know the context of the fighting bull, who lives like a king all his life to face the bullfighter in the arena, but respecting vegetarians, in the end, the meat it is used for human consumption.
As a bullfighter, he takes care of his diet to stay strong and slim: “of course there are days when he craves a hamburger”.
An admirer of bullfighters such as Octavio Garcia “El Payo”, Jose Mauricio, or Ernesto Javier “Calita” and the Spanish Gines Marin and Álvaro Lorenzo, “Memo” Guerra continues to fight to take the alternative very soon.
“My dream would be to take the alternative in the Monumental de Monterrey, which is the square where I was born, my second home. If you can’t, Cadereyta is there, which I like a lot”, he said, smiling.