Un marcado contraste es lo que dejó en ejidos de esta ciudad el paso del huracán Dolly, que pegó en categoría dos, ya que por un lado humildes viviendas registraron severos daños, pero a su lado, lucían imponentes y sin rasguño alguno residencias que no van de acuerdo al nivel económico de las comunidades más afectadas.
Al filo de las tres de la tarde el huaracan Dolly, arremetió en la frontera, entre Texas y Tamaulipas, su fuerza categoría dos y sus vientos de hasta 160 kilómetros por hora que arrasaron a su paso con casas, anuncios, postes de luz, árboles, arrancó techos de negocios y de viviendas ubicadas en esta ciudad y principalmente en ejidos de pescadores aledaños a la Playa Bagdad, donde destacan lujosas quintas y enormes mansiones construidas entre las humildes viviendas.
Un caso está palpable en el ejido El Refugio ubicado sobre la carretera Lauro Villar que conduce a la Playa Bagdad, zona donde se imponen majestuosas construcciones que no sufrieron daño alguno en sus estructuras, sin embargo no se salvaron de las inundaciones que cubrieron los lujosos jardines y albercas que se aprecian desde la carretera.
“Esas casas, son de gente rica que nomás viene los fines de semana, otras más pa´ adentro dicen son de personas que trabajan para la “maña”, pero a nosotros no nos consta, afirmó uno de los residentes que se quedó a enfrentar el fenómeno meteorológico para evitar la rapiña.
Otras personas no quisieron hablar, sobre las majestuosas propiedades, y cuando se les cuestionaba, mejor se metían a sus domicilios, severamente afectados por las lluvias y volvían a salir para observar el paso de los contingentes de la Secretaría de Marina.
Justo en el kilometro 15 de la carretera Matamoros-Playa Bagdad, el contraste era muy marcado, por un lado una mansión de color blanco que luce en la entrada dos enormes leones de mármol, estaba intacta, y a su lado una humilde vivienda de madera con severos daños.
En otros ejidos, humildes viviendas lucían inundadas, y con daños menores, pero en éstas contrastaban ostentosas camionetas de reciente modelo estacionadas en sus terrenos, que fueron afectadas por árboles que el huracán derribó.
Las autoridades informaron que será en el transcurso de esta semana cuando den a conocer los daños causados por el huracán Dolly a las viviendas de estos ejidos y a las de la ciudad de Matamoros, mientras que las 13 mil 100 personas albergadas regresarán a sus domicilios hasta nuevo aviso.
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