Saltillo, Coah. / Agosto 30.-
Con toda certeza, hay una frase del dominio público en Saltillo que dejará de usarse a partir de ahora. Se dice que cuando hay un cortejo fúnebre en esta ciudad, la gente dice “ahí va otro que nunca vio campeón a los Saraperos”.
Los Saraperos de Saltillo finalmente son capaces de ganar un cuarto juego en una Serie Final y con casi cuatro décadas de vida, este equipo se hace llamar con toda justicia, campeón.
Saltillo con ofensiva de 18 hits, venció 14-1 a los Tigres de Quintana Roo para llevarse la Serie Final 2009 en seis juegos y proclamarse monarcas de la Liga Mexicana, luego de fracasar en seis finales previas.
Rafael Díaz, con sus dos sólidas salidas, incluyendo ésta, la que por tantos años buscó esta franquicia y siempre se escabullía, fue nombrado el Jugador Más Valioso. Este sábado, tiró la ruta completa, donde le dieron ocho hits, le hicieron una carrera, caminó a uno y ponchó a seis para lograr la victoria más grande de su carrera y de la historia de este club.
En el mismo primer episodio los Saraperos estaban decididos a no permitir que se asomara el indeseable infortunio al parque Francisco I. Madero y abrieron la primera entrada con jonrón del parador en corto dominicano, Nelson Teilón, llevándose por delante a José Muñoz para irse arriba 2-0.
Si la primera entrada fue como un gancho al hígado para las aspiraciones de los Tigres, la segunda fue una horrenda pesadilla, de esas de despertarse empapado en sudor.
Un jonrón de tres carreras del capitalino Refugio Cervantes, ya con la pizarra 5-0 para Saltillo, en donde mandó literalmente la pelota fuera del estadio por encima de la cerca del jardín derecho con un señor estacazo, puso el juego 8-0, casi con el veredicto definitivo a favor de Saraperos, en medio de un escandaloso festejo. El resto fue pan comido.
El pitcheo de Tigres languideció nuevamente. Francisco Córdova con apenas tres días de descanso, mostró de inmediato la fatiga y fue castigado, pues apenas una entrada y un tercio con cinco anotaciones recibidas. Un desastre. Hoy, el manager Matías Carrillo tuvo que echar mano de ocho lanzadores.
Saltillo seguramente no durmió por los festejos. No es para menos. Ahora descansarán en paz y contentos aquí en la capital coahuilense porque Sararaperos es campeón.
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