Culpan a ex comandante arraigado y jefe fallecido del caso Coppel

México, D.F. / Agosto 31.-
Los únicos responsables del fallido operativo para liberar a Yolanda Ceballos Coppel, ocurrido el pasado 3 de julio, fueron el ex comandante de la Fuerza Antisecuestros (FAS), Erasmo Castillo de la Rosa (arraigado), y quien fuera jefe del Grupo Especial de Reacción e Intervención (GERI), Julio Rincón Juárez, quien perdió la vida en el referido despliegue.
El ex fiscal de secuestros de la Procuraduría capitalina, Juan Maya Avilés, indicó antes de ser despedido, en su declaración ministerial sobre el caso, que nadie más que ambos comandantes determinaron el operativo, pues ni siquiera otros altos mandos conocían de sus planes.
Juan Maya fue separado de su cargo hace dos semanas, por los errores cometidos el 3 de julio pasado en el dispositivo realizado en una casa de seguridad de Xochimilco, donde perdió la vida Rincón Juárez, a quien señaló como uno de los dos responsables de la planeación de intervención para el rescate de la víctima.
Sus declaraciones agregan que el plan para el operativo de rescate ni siquiera era conocido por el subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales, Javier Cerón.
“Luego de lo ocurrido en el lugar (la muerte de los dos agentes judiciales, de la víctima y un plagiario) informé de lo ocurrido al subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales, (Javier Cerón), quien hasta ese momento no tenía conocimiento de la acción intentada, (…) aún no se sabía de la muerte de los agentes del GERI, de igual manera tampoco se sabía las identidades de la occisa secuestrada, ni de su victimario, así como la identidad de las demás personas detenidas en el lugar”, indicó en su declaración ministerial luego de las muertes.
El mencionado operativo fue producto de una llamada anónima, de un supuesto vecino que se asomó entre las rendijas del zaguán de la casa de seguridad y vio que ingresaban a una secuestrada.
Pasaban las 23:00 horas del 2 de julio cuando se recibió esa llamada justo en la sede de la FAS, tras lo cual los comandantes Erasmo y Julio Rincón decidieron, sin consultar a ningún otro mando, las acciones a realizar, según las declaraciones de Juan Maya.
“El 2 de julio pasado tuve conocimiento por parte del comandante Erasmo Castillo de la Rosa, que momentos antes se había recibido una llamada anónima (atendida por el comandante Rubén García Dávila) donde un hombre proporcionaba información referente al posible secuestro de una persona de sexo femenino. Castillo de la Rosa estableció contacto y se reunió con el comandante Julio Rincón Juárez, jefe del GERI, y una vez que ambos comandantes se reunieron, según me enteré, tomaron la decisión de implementar un operativo para el rescate de la víctima, situación a la que no me opuse tomando en cuenta la experiencia de ambos en otros casos anteriores”, indicó.
Estas declaraciones además contradicen las acusaciones contra los agentes arraigados por el caso, a quienes se les señala de supuestamente conocer con anticipación que se preparaba el plagio de Ceballos Coppel.
Erasmo de la Rosa se encuentra arraigado así como otros tres policías judiciales: Alejandro Mejía Mariscal, Manuel Alejandro Ponce Cruz, ambos pertenecientes a la FAS, y Rodolfo Servín Castañeda, quien fue detenido por ser el único agente con ese nombre de pila en Cuajimalpa, pues una carta anónima señaló a un Rodolfo “N”, como el primer servidor público que conoció de los preparativos del plagio y no lo evitó.
El delito que se les imputa a los tres es el ejercicio indebido del servicio público agravado o negación del servicio en -pues se cambió la tipicidad del ilícito-; la averiguación previa se inició debido a la mencionada carta anónima, a una columna periodística, que dio a conocer el mismo contenido que dicha misiva, y a una grabación que se le imputaba al ex chofer de la víctima, Gilberto Acevedo Gutiérrez, hoy detenido, y en la que se indica que él y otros sujetos planeaban el secuestro de Yolanda Ceballos, pero que él ya se había arrepentido y pedía ayuda al agente Rodolfo “N” para detener el plagio.
El chofer negó ante el Ministerio Público la autenticidad de esa grabación, pues no es su voz, aseguró, a lo cual se suma el peritaje practicado al audio y que también señala que no corresponde a la forma de hablar y modulación de voz de Acevedo Gutiérrez.