Culiacán, Sin. / Oct. 30
Quién sabe de quién se trate, pero para rescatar sus restos esperaron la quietud de la madrugada… y en cuestión de segundos, la rompieron. El plan de ataque sugería vestimenta negra, el rostro cubierto y fusiles automáticos en mano.
Abordaron cinco camionetas de lujo y se apresuraron a concretar la misión: sustraer del Servicio Médico Forense (Semefo) el cuerpo de una víctima, horas antes hallado calcinado y baleado. Cual si fueran agentes federales, 20 sujetos iniciaron la acción.
Cruzaron el único control de acceso, que por suerte se encontraba vacío. A su alrededor reinaba la oscuridad; como testigos, las instalaciones de la PGR.
En el Semefo, que forma parte de las oficinas de la Dirección de Criminalística y Periciales de la Procuraduría de Justicia del Estado, había un guardia que poco pudo hacer.
El ataque y la toma del edificio en las primeras horas del miércoles no merecieron reacción alguna de las Bases de Operación Mixta. Ni siquiera se percataron del desplazamiento del comando. En el interior, reposaba el cuerpo de un hombre, asesinado de ocho balazos y luego incinerado.
La tarjeta informativa, emitida por las autoridades a las 23:32 horas del pasado lunes, asentaba el hallazgo en la zona ferroviaria del Piggy Back del cadáver de un hombre, como de 35 años, atado de pies y manos, envuelto en un cobertor, que tenía ocho lesiones de bala y huellas de calcinamiento.
Complexión robusta, de 1.72 metros de estatura, localizado frente al poste número ocho de la calle Sexta, del poblado El Diez, detalló el parte policiaco. El individuo murió de impactos calibre 5.7, denominados matapolicías por su fuerza de penetración.
A poco más de 24 horas de permanecer el cuerpo en el forense, 20 hombres encapuchados sometieron al único guardia, quien los confundió con federales.
Peritos y médicos forenses fueron obligados a tirarse al suelo. Tras ser interrogados sobre la ubicación de uno de los dos cuerpos que estaban en el lugar, fueron liberados.
Identificado el cadáver por el que iban, fue colocado en una bolsa negra de plástico y sustraído del Semefo. Con el cuerpo , algunos de los sujetos abandonaron el inmueble y lo colocaron en una de las camionetas; el resto del grupo, cubrió la retirada.
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