Alfajayucan, Hgo.-
Al inicio de 2013, las presas de la República Mexicana tenían capacidad de almacenamiento del 43 por ciento, lo que significa que estaban por abajo de las medias históricas, debido a que desde el 2010 el territorio nacional vivía una intensa sequía.
David Korenfeld Federman, director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) resaltó que esta condición afectó a 22 estados del país y “puso en riesgo el volumen de agua”.
Señaló que “para garantizar los planes de riego de manera preventiva se racionalizó el líquido y hasta agosto de este año se permitió sembrar y regar únicamente dos millones de hectáreas”.
Sin embargo, las precipitaciones pluviales en territorio nacional entre agosto y noviembre, detalló, dejaron 357 milímetros de lluvia acumulada, lo de los últimos doce meses en el país, permitiendo que las 86 presas se recuperaran, almacenar un 81 por ciento en promedio y garantizar el abastecimiento de agua y sembrar aproximadamente 800 mil hectáreas más de las programadas.
Entidades como Sinaloa y Nuevo León triplicaron la cantidad de agua en sus presas, mientras que en Durango, Tamaulipas, Colima, Zacatecas, Jalisco, Hidalgo, Michoacan, Sonora, Veracruz y Estado de México, duplicaron los volúmenes de lluvia almacenada.
Añadió que todas las obras hidráulicas, independiente a su tamaño, “transforman positivamente la calidad de vida de la gente”.
Las presas permiten almacenar el agua y aprovecharla en fines tan relevantes como la generación de energía eléctrica, consumo humano en los centros de población y abastecimiento en el campo y la industria, “son motor de desarrollo nacional y deben ser consideradas de seguridad nacional”, dijo.
En materia hidroagrícola, el riego de cultivo utiliza 76 por ciento de toda el agua que se usa en el país, por ello es indispensable contar con este tipo de infraestructura, agregó.
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