Ginebra, Sui.-
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó hoy que uno de los principales desafíos en Filipinas es atender a los heridos que dejó el supertifón Haiyán, debido a la dificultad para llegar a las zonas más devastadas.
El organismo trabaja contra reloj junto a otros socios humanitarios y al gobierno filipino para llegar a los sobrevivientes del tifón, también conocido como Yolanda, quienes necesitan atención médica urgente.
Conforme pasan los días, la magnitud del desastre se hace más clara y decenas de sitios diferentes necesitan ayuda, reconoció el portavoz de OMS, Gregory Hartl, en rueda de prensa en esta capital.
Al menos siete provincias se han visto afectadas por el desastre, siendo ellas Samar, Leyte, Cebú, Iloilo, Capiz, Aklan y Palawan, indicó.
En cada una de esas zonas se está estableciendo un centro de asistencia humanitaria, sin embargo el alcance de la catástrofe podría ser mayor aún, subrayó.
Hartl dijo que hay temores de que unas 20 islas pequeñas con comunidades aisladas podrían estar severamente afectadas por el tifón, eso hace que la prestación de asistencia sea excesivamente complicada.
Debido a la geografía de las Filipinas, un archipiélago de siete mil islas, y el hecho de que hay vastas zonas afectadas por el tifón, se requiere montar al menos siete centros de ayuda que trabajen por separado, explicó la representante de la OMS en Filipinas, Julie Hall.
“Esto multiplica los problemas logísticos asociados con la respuesta”, admitió Hall en un comunicado.
Las evaluaciones iniciales de la OMS han encontrado que 18 de los 38 centros de salud en las regiones afectadas no son funcionales y además no tienen equipo de refrigeración necesario para almacenar y transportar vacunas y medicamentos.
Sin embargo, poco a poco la ayuda está comenzando a llegar a los más necesitados, aseguró.
Un total de 22 equipos médicos filipinos han sido desplegados en las zonas afectadas.
Citó como ejemplo, el Visayas Oriental Regional Medical Center -el único centro de salud local que queda en funcionamiento en Tacloban-, que es atendido por los equipos del principal hospital de Manila.
Además, 11 equipos médicos extranjeros están operativos en áreas como Tacloban, Ormoc City, Panay, Guiuan y Palo, y otros 14 equipos extranjeros están en camino.
La OMS cuenta con equipos en Tacloban y Cebú para coordinar las acciones de los equipos médicos extranjeros.
Alrededor de 50 expertos de la OMS llegaron a Filipinas para apoyar los esfuerzos del gobierno, además de los empleados del organismo que ya estaban en el país antes de que el tifón tocara tierra.
Se estima que unas 130 mil mujeres que están en la etapa de lactancia materna y más de 200 mil embarazadas permanecen en las zonas afectadas, por lo que necesitan atención especial.
En Guiuan, una de las zonas más afectadas, todas las instalaciones de salud fueron destruidas, incluyendo el único centro en la provincia de Samar del Este, con capacidad para ayudar a las mujeres con complicaciones del parto, alertó la OMS.
Indicó que los equipos de salud reproductiva fueron enviados a Guiuan para el tratamiento de pacientes con complicaciones obstétricas.
Un generador, un refrigerador para almacenar medicinas y equipo obstétrico fueron enviados a la zona.
El gobierno de Filipinas informó que la cifra oficial de muertos hasta ahora es de tres mil 621 y mil 114 desaparecidos a causa del tifón.
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