México, D.F.-
La compra de equipos y accesorios de tecnología durante el Buen Fin debe realizarse con base en las necesidades reales del usuario en términos de entretenimiento, productividad o formación académica y de acuerdo con la capacidad de pago.
En opinión del director de la firma de consultoría The Competitive Intelligence Unit (CIU), Ernesto Piedras, es fundamental que antes de comprar el consumidor analice si el equipo deseado cubre sus expectativas para evitar un gasto innecesario o mal enfocado.
En las primeras dos ediciones de El Buen Fin, productos como pantallas de televisión, teléfonos inteligentes, equipos de audio, cámaras fotográficas y todo tipo de “gadgets” fueron los principales protagonistas, impulsados por un cambio en los hábitos de compra de los usuarios.
“Uno de los grandes balazos mercadológicos de iniciativas como la del Buen Fin son los meses sin intereses, en otros mercados esta estrategia ha sido capaz de detonar el consumo interno, pero es importante que el consumidor haga una compra bien pensada de acuerdo con sus necesidades”.
Piedras enfatizó que la evaluación de precios y características técnicas de los productos tecnológicos es clave para tener una buena experiencia de compra, y no tener que reemplazar en poco tiempo un equipo que resultó no ser adecuado.
“Las compras de pánico nunca son buenas, en los últimos años se ha detonado un furor por la tecnología pero es importante saber elegir el producto que sea más adecuado a los objetivos que se persiguen para sacarle el máximo provecho”.
De acuerdo con el especialista, en los últimos cinco años el gasto dirigido a productos de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC) dejó de diferenciarse por edad, e incluso por nivel socioeconómico.
“Cada vez es más común ver que un mismo producto como una tablet puede ser el producto perfecto para un niño, para un adolescente o para un adulto mayor, es decir, la tecnología dejó de ser un mercado para un segmento de la población específico”.
Y es que, dijo, productos como teléfonos inteligentes o tabletas ya no son considerados de lujo, sino de primera necesidad debido a que otorgan importantes beneficios de comunicación, acceso a información y nuevas formas de entretenimiento.
En el caso de las pantallas de televisión, añadió, es fundamental que el usuario se asegure de comprar un equipo con capacidad digital ya que es muy fácil confundirlo con uno analógico.
“Una forma muy fácil de comprobar si el equipo es digital es ver que al cambiar los canales éstos pasan del 2.1 al 2.2 o al 2.3 y así hasta llegar al 3, ya que si pasa directo del 2 al 3, entonces estamos frente a un equipo analógico”.
Para Piedras, la iniciativa del Buen Fin representa para muchos usuarios una buena oportunidad para tener su primer acercamiento con la tecnología, lo cual representa la posibilidad de aumentar el nivel de adopción y la demanda de servicios TIC.
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