Nov. 1
“Incierto es el lugar donde la muerte te espera, espérala pues en todo lugar”, dice el refrán y tal parece que para algunas personas ha sido muy cierto, pero sobre todo extraño, pues la forma en que murieron, irónicamente se ha vuelto ya inmortal por el grado de curiosidad y extrañeza.
Son 15 las muertes más raras y en cierto grado absurdas que se han registrado en la historia, por ejemplo es muy común decir “Me muero de risa”, pero para Alex Mitchell, un albañil de 50 años de edad de Inglaterra, no fue muy graciosa esta frase, pues murió tras 25 minutos de risa cuando observaba un capítulo de la serie The Goodies.
En el 2003, Damnoen Saen-um, un vendedor de helados tailandés, se murió de risa mientras dormía a la edad de 52 años. Su esposa lo intentó despertar pero no tuvo éxito, y finalmente tras dos minutos de risa continua expiró. Se cree que murió a consecuencia de un ataque cardíaco o por asfixia.
Se mordió la lengua
Allan Pinkerton, famoso por crear la agencia de detectives que llevaba su nombre, murió de una infección después de morderse la lengua cuando se resbaló en la calle.
Murió por barbón
El austríaco Hans Steininger supo ser famoso por tener la barba más larga del mundo (de casi un metro y medio) y por morir a causa de ella. Un día de 1567 hubo un incendio en su ciudad y en la huida Hans se olvidó de enrollar su barba, la pisó, perdió el equilibrio, tropezó y se rompió el cuello.
El postre lo mató
El rey Adolfo Federico de Suecia amaba comer y murió por ello. Conocido como “El rey que comió hasta morir”, falleció en 1771 a la edad de 61 años a causa de un problema digestivo luego de comer una cena gigantesca consistente de langosta, caviar, chucrut, sopa de repollo, ciervo ahumado, champaña y catorce platos de su postre preferido: semilla, relleno de mazapán y leche.
Cáscara de naranja asesina
Bobby Leach no temía cortejar a la muerte: en 1911 fue la segunda persona en el mundo en sobrevivir a una caída en barril por las cataratas del Niágara. Realizó muchas proezas de ese tipo, por lo que su muerte es especialmente irónica. Caminando por una calle de Nueva Zelanda, Leach tropezó con un pedazo de cáscara de naranja. Se rompió la pierna tan mal que debió serle amputada. Murió debido a complicaciones de la cirugía.
Intentaron matarlo 4 veces
De acuerdo con la leyenda, el místico ruso Grigori Rasputin (1869-1916) fue primero envenenado con suficiente cianuro para matar diez hombres, pero eso no lo afectó. Entonces sus asesinos le dispararon por la espalda con un revólver. Rasputín revivió poco después. Le dispararon tres veces más, pero Rasputín seguía vivo. Así que entonces fue molido a palos, y por las dudas arrojado a las aguas heladas del río Neva.
Por una pelota de beisbol
Ray Chapman, jugador de los Cleveland Indians, fue asesinado por una pelota de béisbol. Por aquellos días, los pitcher solían ensuciar la pelota antes de lanzarla para que se hiciese más difícil de ver. El 6 de agosto de 1920 en un juego contra los New York Yankees, Carl Mays, pitcher de los Yankees, lanzó una pelota sucia contra Chapman, quien no la vio y recibió el golpe fatal en su cabeza.
La mató la bufanda
La madre de la danza moderna, Isadora Duncan, murió a causa de una bufanda que le encantaba usar. Escribió el New York Times en su obituario del 15 de septiembre de 1927: “El automóvil estaba yendo a toda velocidad cuando la bufanda de seda se enganchó en la rueda y arrastró con terrible fuerza a la señorita Duncan, precipitándola con violencia contra la calle. Fue arrastrada durante varios metros hasta que el chofer se detuvo, a causa de los gritos que venían de la calle. Se reclamó ayuda médica, pero quedó probado que se estranguló y murió instantáneamente”.
Suicidio durante un noticiero en vivo
Christine Chubbuck fue la primera y única presentadora de noticiero en suicidarse durante un programa en vivo. El 15 de julio de 1974, a los ocho minutos de programa, la deprimida reportera dijo: “Para mantener la política del canal 40 de traerles lo último en materia de sangre y entrañas, y a todo color, aquí tienen otra primicia: un intento de suicidio”. Y a continuación, Chubbuck sacó un revólver y se disparó en la cabeza.
Asesinado por robot
Robert Williams fue el primer hombre asesinado por un robot. Sucedió el 25 de enero de 1979, en la planta de Ford de Flat Rock. Williams trepó dentro de un depósito de repuestos para devolver una pieza a su lugar, porque el robot que las manipulaba se había roto. Pero se reactivó súbitamente, y lo golpeó con su brazo metálico, matándolo instantáneamente.
Se ahogó con tapón de botella
El dramaturgo norteamericano Tennessee Williams murió en 1983 luego de ahogarse con el tapón de una botella.
Muerte sobre el escenario, contando un chiste
Dick Shawn (1924-1987) fue un comediante que tuvo un ataque al corazón y murió durante una broma que pareció extrañamente apropiada: se estaba burlando de los políticos que en su campaña decían cliches como “No me voy a dormir en mi cargo”. Shawn entonces se tiró al piso, boca abajo. En un comienzo, el público pensó que eso era parte del show, hasta que un rato después un empleado del teatro subió al escenario, constató su pulso y empezó a darle los primeros auxilios. Llegaron los paramédicos, y al público se le pidió que se fuese a casa: Dick Shawn estaba muerto.
Muerte por bomba en collar
En la tarde del 28 de agosto del 2003, el repartidor de pizza Brian Wells intentó robar un banco con una pistola. Cuando fue reducido por la policía, Wells reveló que había sido forzado a cometer el delito por unas personas a las que les había acabado de entregar una pizza: le habían puesto un collar con un explosivo ubicado en la nuca. De hecho, la bomba explotó antes de que el escuadrón antibomba pudiese desactivarla. Hasta el día de hoy, no queda claro si Wells fue una víctima, parte de una banda o un ladrón solitario.
Por un pollo
Francis Bacon, una de las personas más influentes del siglo XVI. Político, filósofo, escritor y científico murió rellenando un pollo de nieve.
Una tarde de 1625, Bacon estaba mirando una tormenta de nieve y pensó que la nieve podría conservar la carne como lo hacia la sal. Decidido a probarlo, compró un pollo en una aldea cercana, lo mató, y se quedó fuera de casa para ver como el pollo cubierto de nieve se congelaba. El pollo nunca se congeló pero Francis murió de pulmonía.
Decapitado por aspas de helicoptero
El actor Vic Morrow murió en el set de la película de La Dimensión Desconocida cuando un helicóptero quedó fuera de control por unas explosiones de los efectos especiales, chocó, y lo decapitó con sus aspas. Dos niños actores también murieron en el evento, lo que propició una serie de masivas regulaciones dentro de las leyes de trabajos de niños en Estados Unidos y las regulaciones sobre seguridad en los estudios cinematográficos.
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