México, D.F./Nov. 1
Enrique Bunbury lanzó una advertencia: “Este (Hellville de Luxe) es un disco de guitarras, de mucho rocanrol, no sé si ustedes son fresones, no sé si a ustedes les guste el rocanrol, pero si hay alguien que no le gusta, esto le va a doler”.
El rockero español emitió dichas palabras antes de interpretar “Bujías para el dolor”, en un momento en el que las 19 mil personas que convocó el pasado jueves en el Palacio de los Deportes ya estaban más que enloquecidas.
El anuncio de Bunbury pareció describir perfectamente el rumbo que llevaría su concierto, mismo que inició con “El club de los imposibles”: Una alta dosis de rocanrol y alivio para el alma.
Y es que desde temprana hora, los fans del ex Héroes del Silencio se reunieron en el foro señalado para rendir pleitesía a su ídolo, quien pudo comprobar una vez más la fidelidad que le guarda su público mexicano.
“¡Buenas noches cabro…!”, dijo Enrique Bunbury a modo de saludo. La respuesta fue una ovación inmediata que hizo sentir al músico que estaba de vuelta en casa.
Visiblemente emocionado de ver a “sus amigos”, Bunbury anticipó que sería una velada larga, y lo fue, pues dos horas y media resultaron insuficientes para sus seguidores que clamaban por más canciones.
Había pasado poco más de un año desde aquella visita con sus ex compañeros de Héroes del Silencio (en su gira de reunión), y ahora le tocaba “comerse el pastel” a él solo. De paso, reiteraría que es simultáneamente un ídolo de masas, y un artista de culto.
“México, Distrito Federal, ¡somos muchos! Muchas gracias, es un verdadero placer estar hoy aquí, en el Palacio de los Deportes”, expresó Enrique, luego de cantar “Hay muy poca gente”.
Aunque el repertorio incluyó algunos temas de su nuevo álbum, “Hellville de Luxe”, Enrique Bunbury hizo un repaso por su discografía como solista con temas como “El extranjero”, “Desmejorado”, “Sácame de aquí”, “Sí” y “Los restos del naufragio”.
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