La muerte de Joaquín Hernández Galicia “La Quina”, cierra una etapa de Tamaulipas ?y del país donde los dirigentes sindicales eran los mandamases.
En los tiempos del poder acumulado en esas manos maderenses, ¿quién se atrevería a contradecirlo? Nadie.
Por su casa en Ciudad Madero desfilaban desde el más sencillo personaje, hasta el más encumbrado.
Alguna vez presencié la fila que se formaba afuera de su domicilio esperando que “La Quina” los atendiera.
Su poder en ese entonces, los inicios de la década de los 80 era incuestionable, su palabra, ley.
Pero no era el único, él junto con el profesor Pedro Pérez Ibarra en Nuevo Laredo, y otros personajes como Fidel Velázquez en la CTM, eran el poder que mantenía al Partido Revolucionario Institucional imbatible en todas las elecciones, fueran del nivel que fueran.
Para quienes lo conocimos, cuando tenía a Tamaulipas en un puño, su personalidad juguetona, retadora, siempre retadora, ponía a prueba a los periodistas, a quienes prácticamente les dictaba la nota.
Lo recuerdo cuando el ingeniero Américo Villarreal fue destapado como candidato al Gobierno del Estado. Cumplido el protocolo, él personalmente acompañó a Américo en uno de sus primeros eventos ya investido de la candidatura.
Américo sabía del peso que su intervención había tenido para que él dejara a Meme Garza fuera de la jugada por la candidatura y sonreía con paciencia al dirigente petrolero, quien era realmente la estrella del firmamento tamaulipeco, pero tenía hasta ese entonces, la prudencia de no brillar de más, no fuera que el presidente se enojara, el único personaje que podría tumbarlo del trono.
La llegada de Carlos Salinas de Gortari a la presidencia, su afán de congraciarse con Estados Unidos firmando el Tratado de Libre Comercio, el comportamiento de “La Quina” al mandar a imprimir propaganda a favor de Alfredo del Mazo para la presidencial, fueron factores que definieron la caída estrepitosa del dirigente del Sindicato Petrolero, una agrupación poderosa y rica.
Así Salinas de Gortari eliminó dos problemas, la influencia quinista quien estaba en desacuerdo con la firma del TLC, por sus repercusiones en la economía mexicana y en las organizaciones sindicales y el error quinista de apoyar a Del Mazo.
Con todo el poder, Salinas se va deshaciendo de los dirigentes sindicales, unos por la fuerza como “La Quina”, a quien incluso le “siembran” un cadáver para poder enjuiciarlo, otros por “convencimiento”, como Carlos Jonguitud Barrios, el líder de los maestros.
Así Salinas tuvo el camino libre para firmar el TLC.
En tanto Joaquín Hernández Galicia fue encarcelado, hasta que lo dejaron libre debido a sus problemas de salud. A partir de ahí, igual que Pedro Pérez Ibarra se dedicó a acusar a Salinas de Gortari de todos su males.
Aquel hombre súper poderoso se convirtió en un ser accesible, tuve la oportunidad de entrevistarlo varias veces por teléfono algo absolutamente impensado cuando gozaba de todo el poder, en esas conversaciones siempre fue muy amable.
Con su muerte y el encarcelamiento de Elba Esther Gordillo, prácticamente se cierra la etapa de los dirigentes sindicales mexicanos que llegaron a acumular tanto poder que le jugaron contras al sistema que los hizo.
Hoy en el panorama nacional sólo permanece Carlos Romero Deschamps como el rescoldo de esa etapa caciquil, de corruptelas y componendas con poderío prácticamente en todo el territorio nacional.
No hay liderazgos fuertes, ni siquiera el presidencial.
En México hay un vacío, la situación de inseguridad y violencia es una muestra de esa falta de liderazgo.
Construir figuras fuertes como las de antaño requerirá décadas y aunque el dirigente del PRI nacional, César Camacho, haya declarado recientemente que su partido ganará las elecciones de 2015 cuando se renueven gubernaturas y diputaciones federales, es muy improbable que eso ocurra.
Para lograrlo se necesita de las figuras como “La Quina”, que mantenían a sus representados bien controlados. Hoy todo es incertidumbre.
Desde esta columna enviamos con todo respeto el pésame a la familia de Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”.
Correo electrónico: derrotero@hotmail.com
Twitter: @derrotero_mx
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