México, D.F. / Nov. 2
Año tras año, los creyentes del culto de la Santa Muerte se congregan en el barrio de Tepito para rendirle culto a la figura blanca.
Al venerarla, piden por sus familiares para que les otorgue bienestar y los proteja de las malas energías.
También rezan para que sus seres queridos que se encuentran en prisión consigan un abogado honesto que pueda ayudarles a obtener su libertad, y por los adictos, para que “La Niña Blanca” les ayude a retirarse del vicio.
Sus fieles expresan que la “Santísima blanquita” es la única justa, “ya que ella se lleva tanto a un niño, como a un adulto; a un pobre, como a un rico”, expresó un creyente muy cerca del altar ubicado en la calle Alfarería.
Después de la ceremonia religiosa, el ambiente se convierte en una verdadera fiesta donde las personas comparten entre sí dulces, comida, pasteles y bocanadas de mariguana en honor de la Santísima Muerte.
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