México, D.F.-
En América Latina, el 34% de los niños de entre 5 y 11 años presentan obesidad o sobrepeso, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición del 2012, llevada a cabo según los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por datos y estadísticas como esta, la obesidad se ha convertido en un tema central para la salud de nuestro país. “El sobrepeso ha llegado casi a niveles epidémicos en nuestro país”, afirma el doctor Víctor Manuel Álvarez Puga.
Lo complicado del problema -explica- es que, hasta la fecha, no hay soluciones fáciles y sin molestias. Las cirugías bariátricas se reservan para casos extremos y las estéticas no están al alcance del bolsillo de la población promedio. La única solución real, al alcance de todos es la más simple, pero también la que conlleva más trabajo: una dieta balanceada y ejercicio.
El estilo de vida moderno es, sin dudas, el primer obstáculo. La mayoría de las personas tienen una rutina complicada y muy arraigada. Por eso es que el primer paso es el más difícil, después solo es la constancia.
El doctor Víctor Manuel Álvarez Puga nos explica que el ejercicio no debe ser un gran sacrificio. “Basta con correr veinte minutos, cuatro veces a la semana, o simplemente caminar durante tres cuartos de hora, para reducir de manera dramática los riesgos de enfermedades cardiovasculares”, afirma.
En un estudio reciente, se asegura que correr y caminar tienen casi los mismos beneficios, aunque las actividades apunten a distintos problemas. El estudio afirma que las personas que corren de manera rutinaria y programada, tienen más probabilidades de perder peso, así como de mantener la pérdida. Pero si solo se dedican a caminar, los demás beneficios en la salud no se pierden.
El tema de la alimentación es un poco más complicado—acepta Álvarez Puga—la cultura mexicana tiene una tradición gastronómica exquisita, desde tiempos prehispánicos. Pero, a mí me queda claro, que la adopción de elementos pertenecientes a dietas de otras latitudes, ha contribuido, para mal, a la alimentación del mexicano.
Un buen primer paso es disminuir la cantidad de harinas refinadas y grasas que consumimos. Es importante señalar que debemos de evitar las dietas extremas o demasiado duras y, en cambio, optar por cambios pequeños pero permanentes en nuestra manera de alimentarnos.
Sin embargo, cada cuerpo y cada metabolismo trabaja de manera distinta, por lo que es recomendable asistir a un médico antes de iniciar cualquier dieta. “Yo creo que la solución a la obesidad debe comenzar en lo individual. De ahí, las acciones deben extenderse a lo grupal, lo masivo y, por qué no, tomar medidas y legislar para ayudar a combatir esta enfermedad que está poniendo en peligro a millones y millones de mexicanos”, finaliza el doctor.
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