El país de las no escuelas

La organización Mexicanos Primero premió esta semana a siete maestros considerados de lo mejor que hay en el país.

Entrevistados por el portal Animal Político todos ellos refieren las condiciones inadecuadas en las que imparten clases a sus alumnos.

Mencionan que los planteles educativos carecen de material didáctico, mobiliario adecuado y en algunos casos son los propios maestros los que tienen que pagar el servicio de Internet porque la Secretaría de Educación no se los proporciona.

En la lista de maestros excepcionales no logró colarse ninguno de Tamaulipas.

Según un estudio de Mexicanos Primero el 59 por ciento de los planteles educativos del país no son escuelas, sólo son una simulación porque no garantizan el derecho de los alumnos a aprender.

Es significativo que poco más del 3 por ciento del presupuesto dedicado a educación se destine a mantenimiento de los planteles escolares, cuando las condiciones de la mayoría de éstos amerita una inversión considerable.

La razón de tanta irresponsabilidad es debido a la existencia de un sindicato, que hasta hace poco estaba dirigido por Elba Esther Gordillo, quien en lugar de destinar los recursos a mejorar las condiciones de los planteles escolares se la pasaba premiando a los maestros afines a su política chabacana y corrupta.

En ese juego también son responsables las autoridades educativas, cada secretario de Educación se ha montado en la simulación, apapacha a las organizaciones sindicales, sean del SNTE, sean de la Coordinadora.

Este tema está como el de la inseguridad, se destinan miles de millones de pesos para mejorar la seguridad de la ciudadanía y el dinero se va en la compra de vehículos blindados para los gobernantes, familia y amigos, y a los ciudadanos, ¡que se los lleve el tren!

Asimismo están las escuelas del país.

Todos hemos leído sobre las condiciones en que imparte clases, Sergio Juárez Correa, un maestro de Matamoros que usa un método que ha permitido que sus alumnos presenten notas altas en matemáticas a nivel nacional.

Él recurrió a la tecnología y mediante una computadora vieja logró que sus alumnos entraran a ese mundo virtual.

Por cierto, el maestro seguía hasta este miércoles con la misma vieja computadora enseñándole a sus alumnos, ninguna autoridad de ningún nivel de gobierno se ha acercado a apoyarlo con material didáctico.

La sugerencia de usar ese método no provino de las autoridades educativas, fue una decisión en solitario del profesor que ha dado resultados muy importantes entre sus alumnos, quienes según se puede constatar en las fotos de su aula y su escuela, es de las más pobres de Matamoros.

Como quien dice, los maestros, los verdaderos, sacan adelante su compromiso educativo con las uñas.

El cambio que se espera próximamente cuando los recursos destinados a educación vuelvan a ser controlados por la Secretaría de Educación Pública y Hacienda, y ya no sean los gobernadores de los Estados los que decidan cómo se invertirá ese dinero, veremos si realmente se transparenta el pago de salarios y comisiones a los maestros, se incrementa la partida para la dotación de material didáctico, mobiliario y mejoramiento de los planteles escolares del país.

De otra manera seguiremos en la cola de los países adheridos a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE, en rendimiento escolar.

Cómo estaremos de mal en este rubro que Enrique Peña Nieto ordenó levantar un censo para conocer, porque no se tiene el dato exacto, cuántos maestros y cuántas escuelas hay en México. Así de mal andamos, según lo declaró en diciembre del 2012, el director de la organización Mexicanos Primero, David Calderón.

¿Será posible que en el gobierno peñista podamos dejar de ser el país de las no escuelas? Para lograrlo será necesario que el dinero que ahora destinan a combatir a la delincuencia organizada se redireccione a crear empleos y a la educación.

¡Qué mejor manera de combatir a la inseguridad!

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