Ciudad Juárez, Chih. / Nov. 3
Acompañados de sacerdotes y feligreses, obispos de ambos lados de la frontera celebraron este domingo una misa junto a la malla metálica que divide ambas naciones a la altura de la colonia Anapra y Sunland Park, Nuevo México, para recordar a los migrantes mexicanos que han muerto en esta región y toda la frontera entre ambos países.
Por el lado estadounidense participaron cientos de católicos que colocaron cruces en la malla, igual que del lado mexicano, unidos como todos los años para orar por los migrantes, en especial por los que han fallecido en su intento por buscar mejores condiciones de vida.
Participaron Armando Ochoa, obispo de El Paso, Texas, y Ricardo Ramírez, de la diócesis de Las Cruces, Nuevo México, en tanto que del lado mexicano estuvo el obispo Renato Ascencio León.
Ahí, en la línea divisoria entre los dos países, se recordó que ya son 13 años los que se celebra esta misa en la frontera, para recordar a los migrantes que han fallecido.
Incremento de muertes
El obispo León consideró que las muertes se van a incrementar por la vigilancia sofisticada que aplican las autoridades de EU, y por las vallas que construyen en la frontera, lo que obliga a los migrantes a utilizar caminos más alejados y peligrosos.
Sobre la misa con la participación de decenas de católicos y sacerdotes, el obispo auxiliar de Ciudad Juárez, José Guadalupe Torres Campos dijo que este es un acto importante por la unión de los pueblos que no tienen barreras para expresarse.
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