Por Gabriel García
Reynosa, Tam.-
Aunque está a más de 11 mil kilómetros de distancia, Nueva Zelanda tiene presencia en el norte de México, por medio de la empresa maquiladora Fisher & Paykel, ubicada en el Parque Industrial Colonial de Reynosa, Tamaulipas.
En la actualidad, esta compañía no cuenta con ningún directivo neozelandés, el último que hubo fue transferido a Asia; pero sigue trabajando con eficiencia para atender a sus clientes internacionales.
De acuerdo a información proporcionada por sus representantes, Fisher & Paykel es una empresa que se dedica al diseño, desarrollo, uso amigable y diseños ecológicos respetuosos del medio ambiente y manufactura de aparatos electrodomésticos.
Cuenta con plantas en Auckland, Nueva Zelanda, Italia, Tailandia y Reynosa, en México.
El espíritu emprendedor de la compañía data de la década de los treintas cuando se inició la producción con licencia y en serie.
Al manufacturar los aparatos bajo licencia, los fundadores determinaron que estaban destinados sólo para hacer una versión más cara de los productos de los demás.
No habían podido generar economía de escala, que tuvieron que encontrar otras maneras de crear un punto de diferencia en sus mercados.
La tecnología fue la respuesta, ya que mediante el desarrollo de revestimientos plásticos y aislamiento de espuma de poliuretano utilizado en los refrigeradores, fueron los primeros en el mundo en comercializar esta tecnología.
En 1960 Fisher & Paykel vio la oportunidad de hacer producciones cortas de varios modelos a través de la fabricación de maquinaria común para hacer los cambios de modelo en corto plazo.
La idea era ser capaz de hacer todos los modelos todos los días Just-in-time (justo a tiempo). Esto se convirtió en realidad y las oportunidades de exportación se abrieron, lo demás es otra historia.
Blanca Delia Ruiz Ramírez, gerente de Contabilidad de Fisher & Paykel, cumplió en el mes de mayo del presente 12 años de servicio.
En este tiempo transcurrido, Blanca ha adquirido experiencias que le han dejado muy buen sabor de boca.
“Ha sido un proceso de mucho aprendizaje y agradezco mucho la oportunidad que se me brindó de estar aquí desde el inicio (anteriormente la empresa se llamaba Maytag), ya que fue para mi una gran escuela”.
Blanca comenta que en Maytag adquirió los valores necesarios para que una compañía tenga éxito, el cual ha palpable desde inicios de la empresa.
“Primero fuimos Maytag, después Whirlpool y ahora somos Fisher & Paykel. Seguimos siendo la misma razón social, pero hemos pasado por tres corporativos distintos, proceso en el que han habido logros, retos y mucha experiencia en el sentido personal. Me siento muy agradecida con la vida por haber tenido la oportunidad de formar parte de este equipo, que ahora es para mi como una segunda familia”, dijo.
En su paso por las filas de Fisher & Paykel, Blanca ha sabido enfrentar retos que la colocan como una verdadera líder.
“El estar en esta empresa, poder desarrollarla desde el inicio, el aprendizaje continuo y el tratar de mantener un equipo fuerte y equilibrado, ha sido lo que me ha mantenido aquí. Retos han sido varios, pero el principal es esforzarme para mantenerme siempre bien actualizada para desarrollar mi puesto de la manera más competente posible”, expresó.
Blanca califica como muy enriquecedora esta experiencia, pues “fue como tener dos empresas en una, porque teníamos que manejar la contabilidad de antes (Whirlpool) y la de la nueva empresa (Fisher & Paykel). Fue una experiencia muy absorbente, pues en ese momento se realizó el cambio de nombre y sí fueron muchas actividades extras las que tuvimos que realizar”, concluyó.
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