México, D.F.-
Entre tantos debutantes en el América, hubo uno que se estrenó propiamente como mexicano. Rubens Sambueza, ya con la carta de naturalización en su domicilio, consiguió sus dos primeros goles como paisano.
En unos minutos, el talentoso argentino-mexicano demostró por qué Miguel Herrera lo quiere en la selección nacional. Un par de chispazos suyos catapultaron a las Águilas a su décimo triunfo en fila en el estadio Azteca, suficiente para establecer una nueva marca del club, luego de superar 3-1 al Puebla.
Ayer, este América, sin 10 elementos, por la emergencia de convocar a la base del campeón al Tricolor, superó sin inconvenientes al cuadro de La Franja, gracias al aporte de Rubens y a los foráneos azulcremas, Aquivaldo Mosquera, Osvaldo Martínez, Andrés Andrade y Narciso Mina, quienes mantuvieron la inercia exitosa del monarca milloneta.
De tal suerte, el cuadro capitalino no resintió las ausencias, sobre todo en sector defensivo, donde parecía más parchado el plantel amarillo. Y es que en este sector, el también técnico debutante e interino, Álvaro Galindo, utilizó de inicio a dos chavos que apenas se estrenaron en la Primera División: Gil Burón y Jonathan Sánchez.
El primero en el carril derecho, donde fue bien arropado por el “Riflecito” Andrade. El otro, Sánchez, en la central, respaldado por Aquivaldo y Érik el “Puma” Pimentel.
Luego de un susto inicial, que desperdició Matías Alustiza, el América recuperó confianza y se hizo del dominio del encuentro, al extremo de generar opciones que Rubens Sambueza supo resolver, al cargar al cuadro emplumado desde el principio.
Así, al minuto 21’, Rubens robó el esférico y sin titubear, decidido, sacó un potente disparo, de zurda, cruzado, que superó a Villalpando a su derecha.
El golazo motivó al talentoso mediocampista, quien siete minutos después completó su segunda anotación de la tarde. Esta vez, Narciso Mina recibió balón filtrado, Villalpando rechazó y el rebote le quedó a Sambueza, cuyo cañonazo retrató la meta poblana.
Con el 2-0, el América bien habría podido golear, pero una novatada del portero Hugo González, quien atacó mal un disparo lejano de Carlos Sánchez, dejó con vida a los visitantes, para el segundo lapso.
Sin embargo, en el amanecer del complemento, unas polémicas manos dentro del área de Jesús Chávez, quien parecía no tener la intención de ayudarse, abrió la puerta a los amarillos. Así, al 50′, de penalti, Mina engañó a Villalpando y la décima victoria en el Azteca se hizo posible.
El colmo sucedió en la agonía. Las Águilas perdieron a su líder en la central, Aquivaldo Mosquera, quien dejó la cancha lesionado.
Pero la tarde se la llevó Rubens, por lo que incluso sus cuates, quienes ya le dicen “El Paisa” y le gritan al DT nacional: “¡Piojo, échale el ojo!”.
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