México, D.F.-
El próximo mes para la selección mexicana de futbol será uno de los más importantes en su historia. Después de haber logrado colarse al repechaje de rebote, el Tri preparará su partido más importante del año cuando enfrente a Nueva Zelanda por un boleto a Brasil 2014.
La preparación comenzará enfrentando a Finlandia en los Estados Unidos. Los boletos oscilan entre los 20 y 150 dólares. El boleto más caro para presenciar este amistoso representa el doble de lo que cuesta una entrada para el ‘derby’ catalán entre Barcelona y Espanyol ya que hay localidades en el Camp Nou desde 70 dólares.
El concierto de una de las bandas más reconocidas en México, Café Tacuba, también resulta mucho más económico que un amistoso de la selección. Para este evento existen boletos desde 180 pesos, lo que representa un poco más de 13 pesos.
Para el duelo de ida entre mexicanos y neozelandeses tampoco resultará económico para quien esté interesado en ir. De 90 a 900 pesos (sin el cargo por servicio de la empresa que maneja los boletos) cuestan las entradas. Si tienes menos de 17 años puedes ir a ver al Manchester United en un partido de liga en Old Trafford desde 22 libras, 462 pesos mexicanos.
La entrada más barata para el duelo de vuelta de esta eliminatoria costará 220 pesos, mientras que las más caras alcanzarán los mil 500 pesos.
Una familia de 4 integrantes que quiera ir a ver al Tri al Azteca en la ida del repechaje a la zona media del estadio gastaría 478 pesos por boleto o sea mil 912 pesos por las cuatro entradas. Sumando 50 pesos por el costo de alguno de los estacionamientos aledaños al estadio, más $90 por integrante durante el partido sería un gran total de 2 mil 322 pesos, por una ida al futbol.
Uno de los musicales más aclamados en el mundo, “Cats” está de visita en nuestro país. Los boletos se encuentran desde los 250 pesos (en la tercera mejor localidad del auditorio), casi la mitad de la cuarta mejor ubicación en el Estadio Azteca para el duelo frente a los ‘All Whites’.
Resulta paradójico el hecho de que hoy, en una de las peores crisis de nuestro futbol resulte un auténtico lujo asistir en familia a un partido de la selección.
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