México, D.F.-
No sólo ha sido considerada como una de las mujeres más sexies del mundo, también es una de las modelos más rentables y una de las estrellas británicas menores de 30 años más acaudaladas.
Recientemente, Rosie Huntington-Whiteley fue incluida en el lugar 27 de una lista de las celebridades jóvenes más ricas del Reino Unido, con una fortuna estimada en 5.6 millones de libras (alrededor de 9.1 millones de dólares).
El año pasado, esta bella rubia presentó una colección de ropa íntima para la firma Autograph, la cual se comercializa en los almacenes británicos Marks & Spencer. En lo que va de 2013, se han vendido más de 600 mil piezas de su línea, que se ha convertido en una de las más demandadas en la historia de la cadena.
Modelo, actriz y diseñadora
Rosie Huntington-Whiteley nació en Devon, Inglaterra, en 1987. A la edad de 15 realizó una pasantía en una agencia de modelos, lo que la llevó a aventurarse más tarde en este oficio.
Su debut sobre la pasarela ocurrió en la temporada otoño/invierno 2004, para marcas como Moschino, Dsquared2 y Kenzo. Ese mismo año protagonizó las campañas de los sellos Tommy Hilfiger y Abercrombie & Fitch.
Whiteley ha mantenido a lo largo de varios años una relación fructuosa con las firmas Burberry y Victoria’s Secret. De la primera, ha sido imagen de sus líneas de ropa, belleza y de un perfume llamado “Body”; mientras que para la marca de lencería, ha desfilado en varias ocasiones en sus esperados shows anuales.
Al igual que muchas de sus colegas, la joven se dejó seducir por la pantalla grande. En 2011 formó parte del elenco de la tercera entrega de Transformers, reemplazando a la actriz norteamericana Megan Fox.
¿Una mujer común?
Además de su carrera profesional, esta británica ha sido foco de atención por su relación con el actor Jason Statham, quien es 20 años mayor que ella. Hace unos meses, se rumoró que habían terminado su noviazgo, sin embargo se les ha vuelto a ver juntos.
Pese a ser reconocida por su gran belleza y sensualidad, Rosie Huntington-Whiteley se define como una mujer normal: “No me considero un sex symbol. Para ser honesta, no me lo tomo en serio”. Los hombres, por el contrario, no opinan lo mismo.
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