México, D.F.-
Ante los daños provocados por Ingrid y Manuel en Guerrero, el cardenal Norberto Rivera Carrera apeló a la conciencia de los católicos para sumarse a la Arquidiócesis Primada de México en la labor de ayuda humanitaria y social, en el marco de una segunda fase de reconstrucción en las zonas más afectadas.
“Miles de comunidades reclaman su fortaleza, espíritu y generosidad. Queremos ayudarles a que eso que han pensado se realice, a que vayan y se comprometan directamente con ellos”, señaló durante la homilía en la Catedral Metropolitana.
El jerarca religioso pidió también a universidades, empresas, gobierno y sociedad en general, “unir fuerzas a largo plazo en beneficio de estos hermanos nuestros”.
Adelantó que para esta semana la Arquidiócesis efectuará una rueda de prensa en la que se darán a conocer detalles del camino para el “encuentro con México”, el encuentro con los más necesitados. De antemano, anotó, “gracias por su generosidad. Hemos de hacer lo que nos corresponde”.
En dicha labor, encabezada por la organización Cáritas en pro de los damnificados, se ayudará a la reconstrucción de casas, por lo que se solicitará la donación de materiales para construcción, así como la suma de voluntarios para que trabajen en las zonas afectadas.
Al respecto, Rivera Carrera enfatizó que cumplir su tarea misionera, la Iglesia Católica, además de palabras, “debe llevar a los más necesitados obras concretas que hablen del amor de Dios”, pues su tarea misionera está íntimamente ligada a la promoción humana.
En los orígenes de la Iglesia, refirió, había plena conciencia de que esa tarea era de toda la comunidad, la cual se sentía íntimamente ligada a los misioneros que enviaba, cerca o lejos. Había un intercambio continuo entre comunidad y misioneros, ya que el misionero no llevaba su fe personal, sino la fe de la Iglesia.
“Este día y siempre debemos tener conciencia de que debemos sostener a nuestros misioneros con la oración constante, la práctica de nuestra fe y con nuestros bienes materiales”, apuntó el jerarca católico.
El cardenal admitió que no todos pueden salir, pero enfatizó que “todos podemos hacer algo para que el Evangelio sea conocido”, y destacó que en la Arquidiócesis de México existe una misión permanente desde el año 2000.
Durante la misa dominical, el prelado saludó a feligreses presentes, entre ellos, la 11 Mayordomia del Señor de los Milagros en México, a los miembros de la embajada de Perú en México.
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