Chicago, Ill. / Nov. 7
El Chicago Fire ama al mexicano Cuauhtémoc Blanco. Lo hizo su capitán, su ídolo y cómo no.
Esta noche llevó al Fire (3-0 sobre New England) a la final de la conferencia del Este donde esperará al ganador de Red Bulls y Dynamo de Houston.
Blanco es el motor de un equipo que sólo tiene una premisa al ir al frente, buscar al dorsal 10, al Temo, al único capaz de meter un taquito, una finta para dar circulación a la ofensiva del Fire.
De paso, Blanco ayudo a su equipo a sacudirse una hegemonía que New England había impuesto desde hace tres temporada, al echarlos en la misma instancia.
Anoche las cosas cambiaron gracias al motor que significa Blanco.
Porque fue el Temo el que abrió el camino. Como, con su tradicional arrancada en diagonal sobre la izquierda que terminó en un disparo venenoso que el arquero visitante apenas alcanzó a escupir para que Chris Rofe sólo tuviera que empujar el balón a la red cuando el partido agonizaba en la primera mitad.
El descanso sólo fue un intermedio para incrementar la ventaja del equipo de la ciudad de los vientos, pues apenas arrancó el segundo lapso Blanco fintó un tiro libre que cobró Justin Mapp a la justa entrada de Wiliam Conde para el segundo tanto de los locales.
Pero aún faltaba uno más, fue en una jugada que Rolfe empezó por la derecha y culminó con un centro a donde Gonzalo Segares remató anticipando la marca para el 3-0 definitivo sobre el minuto 74.
Es el Chicago del capitán Blanco que está en la final.
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