México, D.F.-
En las marchas y manifestaciones en el Distrito Federal se está registrando una preocupante “espiral de violencia”, reconoció Emilio Álvarez Icaza, secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), quien anunció que el organismo solicitará informes a los gobiernos federal y local respecto a las acciones que se han tomado en estos casos.
“Vemos con preocupación los ‘espirales de violencia’ que se están generando, entonces cabe hacer un llamado tanto a manifestantes como a la autoridad para que en el ejercicio de los derechos de unos y las labores de contención de otros no se propicie esta espiral”, destacó.
Expuso que “estamos observando una ‘espiral de violencia’ en ascenso, los niveles de desencuentro, de violencia, a los que se está llegando entre manifestantes y servidores públicos es muy grave; creemos que los servidores pueden realizar tareas de contención, pero no de represión”.
En entrevista, señaló que la CIDH ha recibido información sobre lo ocurrido en la marcha del 2 de octubre- “que nos preocupa muchos, tanto servidores públicos que fueron incendiados, golpeados, maltratados algunos de ellos en condiciones de gravedad al hospital, es un tema que preocupa mucho”.
También, detalló, el organismo ha recibido información de que hubo defensores de derechos humanos golpeados, algunos de ellos del Centro Miguel Agustín Pro, también hubo periodistas golpeados mientras realizaban su labor.
“Vamos a solicitar información al Estado de manera que tengamos condiciones para poder valorar en esos términos”, después de recibir los datos que se requerirán al gobierno de Miguel Ángel Mancera y al gobierno federal, la CIDH determinará si se pronuncia sobre lo ocurrido, aunque esto no implica una investigación pues no es el momento procesal para que intervenga, explicó.
Álvarez Icaza destacó que “los servidores públicos pueden realizar labores de contención, de disuasión, pero no de represión, pero también es muy delicado que en las manifestaciones se apela a instrumentos o mecanismos de violencia, es decir, si se agrede a un servidor público, se le incendia, se le golpea, eso va a provocar una espiral de violencia muy grave y nosotros no podemos acompañar bajo ninguna circunstancia hechos de violencia”.
Dijo que se respeta el derecho a la manifestación “pero se llama a que ese derecho no se desemboque en hechos de violencia. Pues vemos que hay gente que acude con otros fines (a las marchas), que eventualmente son disparadores de brotes de violencia, lo que nos preocupa mucho.
En términos generales, indicó que uno de los grandes pendientes de México es la regulación del uso de fuerza de sus cuerpos policiacos.
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