Caen redonditos

Bien dicen que la mayoría de los Panistas tienen un perfil de empresarios y en esta ocasión nos lo demostró el presidente Calderón, quien al querer incrementar los impuestos, usó una vieja estrategia de incrementar el precio a la mercancía para después hacer una rebajita y quedar en lo que en realidad estaba proyectado ganar.
En este nuevo incremento de impuestos aprobado sólo el uno por ciento, se supone que el presidente perdió, pues su propuesta del 2 por ciento no pasó y que los diputados federales ganaron esa batalla. Pero no es así ya que los únicos que perdimos somos los ciudadanos que somos consumidores y que tendremos que pagar un 1 por ciento más del Impuesto al valor Agregado, que ya en otros tiempos de crisis había sido aumentado. Como buen empresario le subió el precio a la mercancía para después hacer una “rebajita”
Y así quedar en lo proyectado, para ahora tener un ingreso adicional que no existía en el gobierno y, que por ende, ya tendremos que cargar con él por siempre. Acuérdese de las tenencias.

El presidente Calderón hizo una oferta a la ciudadanía de reducción de impuestos a quienes trabajan, producen o generan empleo, y según él también ahora va invertir mejor nuestro dinero para garantizar la estabilidad económica que todos deseamos. Este tipo de promesas de campaña ya no las creemos los mexicanos, pues ya estamos cansados de puras proyecciones y buenas intenciones, ya lo que queremos los mexicanos es que se tomen acciones concretas que nos den una respuesta a corto plazo, pero no sólo como una intención, si no como una resolución real y verdadera del problema tan serio que se esta viviendo desde la clase media baja y que no decir de la ya muy castigada clase marginada que ya ni para tortillas tienen.
Tal vez es hora de ser solidarios en este grave problema económico que vivimos, y bien que lo sabemos hacer los mexicanos, con tantos programas de beneficencia que hay y que llegamos a juntar millones de pesos para los más necesitados, como el famoso TELETÓN, y que con la buena voluntad del pueblo se logra sacar adelante este tipo de proyectos, pero la obligación del Estado es velar por la seguridad y estabilidad social de los mexicanos, no nos corresponde al pueblo velar por el mismo pueblo.