Monterrey, N.L. / Nov. 13
El senador del PRI, Francisco Labastida Ochoa, señaló que en la recién aprobada reforma energética no hay ningún resquicio para esquemas de privatización y representa el mayor cambio en esa área de los últimos 50 años.
Entrevistado luego de impartir una conferencia a estudiantes y catedráticos del Tecnológico de Monterrey, el presidente de la Comisión de Energía en el Senado de la República dijo que no sólo no fue “chiquita”, como lo señalan sus detractores, sino fue nula la reforma para efectos privatizadores.
“Yo diría que la miden en función de un criterio, dicen que es chiquita porque no hay inversión privada, si la miden en función de ese criterio, sí, sí es chiquita, no sólo no es chiquita, no hubo reforma”, mencionó.
Sin embargo, agregó, “si lo miden en términos de darle autonomía de gestión a Pemex, de fortalecer a los órganos de gobierno del Estado, en fortalecer el contenido nacional, la producción de fertilizantes, de petroquímica y muchas cosas más, es una reforma muy grande y la más grande en más de 50 años”.
Refirió que en el caso de Petróleos Mexicanos (Pemex) hay servicios o contratos hasta por 70 por ciento, lo cual es distinto a una privatización.
“No hay ninguna rendija, ningún resquicio para que haya inversiones de riesgo -y- el artículo 61 de la Ley de Pemex los prohíbe específicamente, los prohíbe la Constitución, los prohíbe la ley reglamentaria del 27 constitucional”, dijo.
Respecto al tiempo que pueden durar las reservas petroleras, el legislador federal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) señaló: “Nos pueden quedar más -de 25 años-, lo cierto es que no se sabe con precisión cuánto tenemos”.
“La ruta es muy lógica, tiene que invertir Pemex en transformar lo que se llaman reservas probables y potenciales en reservas probables, eso significa trabajar en tierra y en yacimientos de aguas someras”, opinó.
En cuanto a la producción petrolera, Labastida Ochoa mencionó que “los pesimistas dicen que podemos llegar a dos millones 300, dos millones 400 mil barriles diarios, lo que tenemos que hacer, si pudiéramos mantener de aquí al 2012 dos millones 800, sería excelente”.
Durante su conferencia sobre “La reforma petrolera”, dijo que en México se tiene un periodo máximo de 30 años para iniciar un cambio en la materia, al declinar los yacimientos, por lo que deben diversificarse las fuentes de energía.
Sostuvo que la reforma era no sólo necesaria, sino indispensable, “y le agregaría que fue una reforma tardía, esa reforma se debió haber hecho hace varios años, quizás 10 ó 20 años”, pero fue hasta ahora cuando por fin se logró.
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