Monterrey, N.L. / Octubre 28.-
En México celebrar el Día de Muertos es una tradición prehispánica que honra a los muertos el 2 de noviembre. Los orígenes de esta tradición son anteriores a la llegada de los españoles, pues hay existen registros de celebraciones en las culturas maya, purépecha, náhuatl y totonaca.
En la actualidad persiste como tradición celebrar el Día de Muertos con ofrendas que familias mexicanas ofrecen a sus seres queridos ya fallecidos.
A pesar de la diversidad cultural, los jóvenes de hoy han perdido estas tradiciones y han preferido las extranjeras y ya no se preocupan por hacer un altar, sino que esperan el 31 de octubre para disfrazarse de monstruos en “Halloween”, aunque también pueden ser un policía, bombero, enfermera sexy o hasta Superman o Batman.
“Si quieres una mesa en el antro para Halloween tienes que apartar tu mesa con tres mil pesos y comprar los covers que más o menos cuestan entre 250 y 300 pesos”, dijo un trabajador de un antro popular en la ciudad.
Los jóvenes pueden acudir a cualquier tienda de disfraces en la ciudad y basta con ver la cantidad comprando disfraces o recibiendo invitaciones para acuidr a diversos antros de para celebrar la noche de Halloween.
“Lo siento ya no hay mesas para Halloween, tenías que reservar con mucho tiempo antes”, dijo un guarura, que puede darse el lujo de seleccionar el paso de la gente al antro.
Así las casas, calles y establecimientos empiezan a verse decorados con vampiros, brujas, calabazas y fantasmas por toda la ciudad.
Pareciera que la tradición de festejar el Día de Muertos y hacer altares es algo que no va con los jóvenes, porque no les parece divertido.
Lo importante, afirman los especialistas, es que no se pierdan las tradiciones mexicanas y que no se adopten las extranjeras sólo por moda o porque lo anuncian los medios de comunicación.
La imagen de la Catrina, la popular calaca mexicana de Posadas parece que va para el olvido.
Redactó Montserrat Castro, alumna del ITESM de LCC.-
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