México, D.F. / Nov. 21
En pleno 98 aniversario de la Revolución mexicana, la población todavía se pregunta cuál es el nombre correcto del “apóstol de la revolución”: ¿Francisco Ignacio Madero o Francisco Indalecio Madero?.
José Manuel Villalpando, director del Instituto Nacional de Estudios Históricos sobre la Revoluciones Mexicanas (NEHRM), puso en duda a decenas de estudiantes sobre sus conocimientos de educación básica, cuando se refirió en dos ocasiones a Francisco Ignacio Madero durante la ceremonia sobre el aniversario de esta gesta histórica en la Residencia Oficial de Los Pinos.
Los adolescentes pusieron cara de sorpresa, incredulidad, e incluso uno de sus profesores dijo que el verdadero nombre era “Francisco Indalecio”.
Luego de que terminara la ceremonia donde el presidente Felipe Calderón –acompañado de los presidentes de la SCJN , el Congreso de la Unión y miembros de su gabinete– colocó una ofrenda floral y montó una guardia de honor, al pie del monumento a Francisco I. Madero, Villalpando aclaró la duda.
“Vivimos engañados todos. En la página del bicentenario está la fe de bautismo, así como el acta de nacimiento y entrevistas de sus familiares desde aquel tiempo. De dónde inventaron el Indalecio ¡quién sabe! ¡Ignacio siempre fue Ignacio!”.
–¿Hay que corregir los libros de texto?, se le preguntó al también responsable de los festejos del bicentenario y centenario de la Independencia y Revolución Mexicana.
-“No, los libros dicen Francisco I. Nadie sabía la verdad y a todos nos engañaron. Incluso a mi también. No es un error histórico. Muchas veces la historia se hace por la tradición popular, alguien sembró una idea porque no sabía que era la letra I, y prosperó el Indalecio y se pasó de una generación a otras.
Sobre este “error histórico”, dijo que él fue uno de los que se sorprendieron cuando comenzaron a investigar sobre el nombre de Francisco I. Madero.
“Un día nos pusimos a investigar, y hasta le cambiamos el nombre, pero no, más bien hay que devolvérselo”, apuntó.
En la ceremonia, asistió el senador panista Gustavo Madero, presidente de la mesa directiva del Senado de la República y nieto del héroe revolucionario, a quien Villalpando dijo que entregó copia de la fe de bautismo de su abuelo. “Yo vine bien armado”,
Justificó que los mexicanos “caigamos” en este tipo de errores, pues durante mucho tiempo la historia fue tomada como algo a la ligera de fechas, nombres célebres y se acabó sin ningún proceso de reflexión, de criticar.
Indicó que el NEHRM tiene como gran reto la difusión de la historia de México para llevarla a los lugares donde nunca llegó,
“Lo importante es que los niños del DF, de Mocorito, de Hidalgo o Campeche aprecien quien fue (José María) Morelos, (Francisco) Villa, (Miguel) Hidalgo, que hizo (Emiliano) Zapata, que hicieron y porqué se luchó”.
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