Washington, D.C. / Nov. 23
Después de encandilar a los electores con la promesa de cambio y la esperanza, al presidente electo Barack Obama no le ha quedado más remedio que confrontar al pueblo con la cruda realidad. Con la amenaza de una “espiral deflacionaria” pisándole los talones, Obama administraba ayer las primeras gotas de un amargo proceso de ajuste y recuperación que buscará la creación o el resguardo de 2.5 millones de empleos para enero de 2011.
“De no actuar pronto y con contundencia, la mayoría de expertos cree que podríamos perder millones de empleos más el próximo año”, aseguró el presidente electo en su mensaje radial, el más pesimista y el más ambicioso desde que resultó electo.
La intervención sabatina de Obama, distribuida además a través de la página de Youtube, le ha permitido ofrecer la creación de casi 3 millones de empleos, una cifra que multiplica por dos la oferta que realizó durante su campaña, sin dejar de advertir que “no habrá una solución rápida para esta crisis” y que “es probable que las cosas empeoren antes de que comiencen a mejorar”.
El presidente electo, que ya ha dicho que existe un consenso entre demócratas y republicanos de “no preocuparse por el déficit del año que viene o incluso del siguiente” y de “hacer lo que sea para conseguir que la economía se mueva otra vez”, adelantó que el plan de recuperación pasará necesariamente por “gastarnos dinero para estimular” la economía.
El plan de Obama, que irá tomando forma en el curso de las próximas semanas, es crear empleos en los próximos años para la reconstrucción de puentes y carreteras, la modernización de las escuelas, el desarrollo de fuentes alternativas de energía y de vehículos más eficientes.
“Trabajaremos los detalles a lo largo de las próximas semanas, consistirá en un esfuerzo de dos años de duración y a nivel nacional para relanzar la creación de empleo en EU y establecer los cimientos para una economía fuerte y próspera”, aseguró.
El mensaje de Obama coincidió con el adelanto del gabinete económico que tendrá como principal responsable a Thimothy F. Geith- ner, presidente de la Reserva Federal de Nueva York. Geithner llegará al frente de un equipo de expertos que contarán con el apoyo de Larry Summers, ex secretario del Tesoro de Bill Clinton, quien podría ser nombrado asesor de Obama en la Casa Blanca.
La designación de Geithner, convencido de dotar de poderes excepcionales a la Secretaría del Tesoro para rescatar al país de una espiral deflacionaria, confirma la apuesta de Obama por un gobierno de centro-derecha integrado por un equipo pragmático que necesitará sabiduría e imaginación para evitar el colapso de las expectativas con las que los demócratas llegan a la Casa Blanca.
“El plan que pondremos en marcha debe ser lo suficientemente grande para responder a los retos que afronta el país”, dijo Obama, cuyo plan será firmado poco después de asumir la Presidencia.
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