Nov. 27
Los Leones de Detroit se han convertido en un ejemplo para la NFL. Un ejemplo de las cosas que no se deben hacer.
A lo largo del siglo, los felinos fueron perdiendo los colmillos y las garras. La melena, la pasión, el respeto y la confianza de su afición.
A cambio de todo eso, Detroit lo único que tiene para presumir es una oportunidad de hacer historia.
Al lado equivocado de la razón. No podría ser de otra forma tratándose de un equipo que ha seguido el manual de malas decisiones, infortuna, infamia y más.
La actual marca de 0-11, los nueve años de infamia y oscuridad en la Ciudad Motor tienen nombre y apellido: Matt Millen.
Desde la llegada del ex linebacker cuatro veces campeón del Super Bowl y ex comentarista, en 2000, los Leones sólo tienen una campaña ganadora, cero apariciones en postemporada y seis campañas de cinco victorias o menos.
No es casualidad que la última aparición de Detroit en los playoffs haya sido en 1999, un año antes de la llegada de Millen.
A partir de su arribo a la gerencia de los Leones, el equipo ha tenido seis entrenadores, nueve quarterbacks titulares e inumerables malas decisiones en el draft.
Desde la elección de Joey Harrington como tercera selección global de 2002, seguido de cerca por el receptor Charles Rogers un año después y Mike Williams en 2005, coronando una seguidilla de tres receptores tomados en fila en la primera ronda, cada vez se hizo más evidente el hecho de que Millen nunca fue capaz de detectar talento en las ‘posiciones de habilidad’.
Cuando finalmente se sacó la lotería con el receptor Calvin Johnson hace una campaña, ya era muy tarde.
Pero no sólo fueron receptores y quarterbacks los que han dejado a Detroit en la antesala de la ignominia.
Tras el sorpresivo retiro de su jugador insignia, Barry Sanders en 1998, Detroit tampoco fue capaz de llenar el hueco.
Sólo tres veces un corredor ha superado las mil yardas en una campaña desde 1998. No precisamente algo digno de presumir. Más bien para avergonzarse.
De acuerdo, el ataque no ha funcionado, pero la defensa ha sacado la cara, ¿cierto?
Falso. En nueve campañas con Millen en la oficina, Detroit ha acabado entre los últimos tres lugares de la NFL en defensiva total en cinco de ellos.
No es de extrañarse que el equipo no presuma un sólo triunfo esta campaña y que tiene un calendario restante ante equipos combinados con marca de 34-21, iniciando este jueves ante los Titanes de Tennessee y su registro de 10-1.
El panorama no es nada alentador y no lo ha sido en mucho tiempo en MoTown.
Finalmente, tras años de manifestaciones, peticiones y protestas, Millen fue despedido luego de cuatro juegos esta temporada.
Los resultados no han mutado en lo absoluto, pues es difícil cambiar ocho juegos lo que tardó nueve años en construirse.
Urge un cambio radical, en la gerencia, en la forma de aproximarse a la agencia libre y al ‘scouteo’ de prospectos colegiales.
Urge un cambio en la mentalidad del equipo y la afición de los Leones.
Pero más importante para Detroit, urge un triunfo hoy que los aleje de la vergonzosa historia de más perdidos en la NFL.
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