Londres, Ing. / Nov. 29
La cifra de víctimas mortales de los ataques en Bombay, capital financiera de India, se incrementó hoy a 195, incluidos 15 extranjeros, una vez terminaron que las operaciones contra los autores, de un grupo armado islámico.
Oficiales del Departamento de Administración de Desastres de India actualizaron esta tarde el saldo de muertos, pero aclararon que el número podría aumentar ya que aún “se están buscando cuerpos en el interior de los inmuebles que estaban tomados por los terroristas”.
De entre las 325 personas que resultaron heridas, se encuentran 23 extranjeros, precisaron los oficiales a la agencia de noticias Press Trust of India (PTI).
Esta mañana, el emblemático Hotel Taj Mahal fue el último de los sitios tomados por los militantes islámicos que fue liberado por los comandos de la Guardia Nacional de Seguridad y ahora los soldados recorren cada cuarto para asegurarse de que ya no existe amenaza.
Los cadáveres de los 15 extranjeros se encuentran en la morgue del Hospital JJ, y ocho de los cuerpos ya fueron reclamados, dijeron las fuentes.
Los eventos terroristas comenzaron la noche del pasado miércoles, cuando grupos de hombres armados con rifles AK-47 y granadas atacaron al menos 14 sitios en Bombay, entre ellos los hoteles Taj Mahal y Trident Oberoi, así como el complejo judío de Nariman.
Fue en éstos tres inmuebles donde los hombres armados que los atacaron se atrincheraron y tomaron rehenes.
“Finalmente terminó la pesadilla de Bombay”, tituló el diario The Hindustan Times al dar cuenta del fin de las operaciones en el Taj Mahal, donde las fuerzas de seguridad lograron abatir a los extremistas tras 60 horas de enfrentamientos.
De acuerdo con los últimos reportes, en ningún momento hubo negociaciones o demandas de los militantes, por lo cual se cree que tenían planeado terminar sus acciones con la destrucción del Taj Mahal, de 105 años de antiguedad.
La versión surgió del hallazgo de dos bombas sin activar cerca de los cuerpos de dos terroristas, después que las operaciones terminaron en ese hotel de 565 habitaciones, donde se encontraban tres extremistas y no uno como se creía.
Después que la operación terminó formalmente, el primer ministro indio Manmohan Singh supervisó personalmente los progresos y repasó la situación de la seguridad en una reunión de alto nivel con los jefes de los servicios de defensa e inteligencia del país.
“Está claro que estos terroristas suicidas habían planeado desde hace meses este ataque porque seleccionaron blancos destacados”, dijo y agregó que están en curso las investigaciones para determinar la autoría de los ataques.
Aunque un grupo casi desconocido llamado Deccan Mujahideen asumió la responsabilidad, el gobierno indio atribuye los ataques al islámico Lashkar-e-Toiba, con base en Pakistán, sin embargo éste se deslindó de los hechos.
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