México, D.F.-
Ante el estancamiento del combate al trabajo infantil en el mundo, la asesora del proyecto “Alto al Trabajo Infantil en la Agricultura”, Victoria Cruz López, pidió hacer un mayor esfuerzo y exhortó al gobierno mexicano a ratificar el convenio 138 sobre la mínima admisión al empleo.
En entrevista, la especialista consideró posible reducir el trabajo infantil, como se ha planteado México hacerlo para 2020, y en este sentido, refirió, la OIT ha diseñado una hoja de ruta para la erradicación de las peores formas de trabajo en ese sector hacia 2016.
Recordó que la OIT ha llamado a relanzar la lucha contra esa práctica e incrementar los esfuerzos en todos los países y fortalecer las acciones de coordinación entre las diversas secretarías e instituciones y otros sectores.
Cruz López indicó que entre las medidas que el organismo mundial sugiere para lograr ese objetivo está la invitación a los países a que ratifiquen los convenios internacionales sobre este problema.
Recordó que la OIT tiene dos convenios importantes: el 182 sobre las peores formas de trabajo infantil, que México ya ratificó en 2000, y el 138 sobre la mínima admisión al empleo, que hasta el momento México es el único país de América Latina que no lo ha ratificado.
No obstante, dijo que el presidente Enrique Peña Nieto ha enviado una iniciativa para reformar el Articulo 123 constitucional y elevar la edad mínima de admisión al empleo a 15 años, como los establecen los instrumentos internacionales y de esa manera ratificar este convenio de la OIT.
Esto no quiere decir, reconoció, que a partir de ese momento, no va haber trabajo infantil antes de los 14 o antes de los 15 años, “en realidad es simplemente poner la legislación de acuerdo a las aspiraciones internacionales que se han acordado”.
Asimismo, intensificar la lucha para que las niñas, niños y adolescentes hasta la edad de 15 años permanezcan en la escuela, como mínimo, que es donde debieran estar, abundó.
Refirió que de acuerdo con estudios realizados por la OIT, con otras organizaciones como Unicef y el Banco Mundial, a través del proyecto mundial Entendiendo el trabajo infantil, la tendencia del trabajo infantil en México es a la baja durante los últimos 10 años, como resultado de diversas políticas.
Entre otras, detalló, el Programa Oportunidades tiene una responsabilidad importante en la reducción de trabajo infantil en territorio mexicano, sin embargo, digamos que en este momento queda el núcleo más duro de enfrentar:
Tres millones de niñas y niños están en sectores muy complicados: el sector informal y el agrícola, donde a veces la aplicación de la ley es complicada, y “en sectores en donde incluso no hay un patrono, los niños están incorporados al trabajo como miembros de una familia”.
Entonces hay que redoblar el esfuerzo y si bien es cierto se ha venido reduciendo el trabajo infantil, es necesario intensificar algunas acciones de orden más focalizado sobre ciertas poblaciones como los migrantes, los jornaleros agrícolas y el trabajo doméstico, de forma que “podamos incidir en estos años en la reducción”.
Destacó que para resolver el tema de trabajo infantil hay que apostarle a la educación y proveer a los padres y a las madres de trabajos productivos y bien remunerados y que existan mejores pisos de protección social, con programas que coadyuven a que las familias “no tengan que recurrir al trabajo infantil como su estrategia de sobrevivencia”.
Programas como el de Oportunidades y la Cruzada contra el Hambre, definitivamente tienen un impacto en disminuir la pobreza de las familias, y “por supuesto van a tener un impacto en el tema del trabajo infantil”, expuso.
En el trabajo infantil, enfatizó, el gobierno tiene un rol central para enfrentar esta problemática, no obstante, “todos tenemos que involucrarnos, todos tenemos un papel qué jugar”.
En su opinión, la sociedad tiene que participar de manera activa “porque el trabajo infantil nos perjudica a todos, no sólo a los niños y a sus familias, sino que afecta a toda la sociedad en general”.
Ello, explicó, “porque estamos sacrificando hoy no solamente los derechos de los niños y sus familias, sino también su capacidad de romper los ciclos de pobreza a través de la educación y de obtener un mejor empleo en el futuro”.
Cruz López afirmó que en el caso de México, la OIT tiene un proyecto que ve otra situación de trabajo infantil muy peligrosa, que es la ocupación en la agricultura donde está inmerso un tercio de los tres millones de infantes que trabajan, por lo que es urgente su atención.
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