Monterrey, N.L.-
Pablo Montero alza su voz y exige a las autoridades que paren la ola de crímenes como el de su hermano Javier Hernández, asesinado en Torreón el 12 de junio.
“No puede seguir pasando eso… tenemos que hablarlo; a mí me da mucho coraje. No podemos permitir que personas actúen de esa manera, sacando su ira y su locura y no sé en qué estado están y asesinan a personas inocentes.
“No podemos hacernos de la vista gorda, entonces tenemos que alzar la voz”, dijo el jueves durante una conferencia de prensa en Monterrey para anunciar el próximo estreno del musical “Qué rico mambo” en el que participa.
Su compañera Maribel Guardia intervino para apoyar el comentario de Pablo.
“Como sucedió a alguien relacionado con una persona famosa el asunto trascendió, pero ¿cuánta gente que no es famosa pierde la vida todos los días sin que nadie haga nada?”, reflexionó la artista.
Hubo un momento en el que Pablo pareció escandalizarse cuando se le comentó que inicialmente trascendió que el móvil del crimen era una venganza.
“¡No!, ¿cómo crees?”, respondió tajante, “no es el momento de hablarlo por respeto a mi hermano y a mis compañeros. Lo único que puedo decir es que era una gran persona, con un gran espíritu… una persona muy cariñosa, la persona más cariñosa con mi madre, la apapachaba mucho… él vivía con mis papás”.
Añadió que Javier tenía una relación muy cercana con Dios.
“Nos leía la Biblia a todos, él sabía muchas cosas de la Biblia y siempre nos explicaba… era una persona con un espíritu muy lindo”, reiteró Pablo.
A los dos días del crimen el artista dio muestras de profesionalismo al presentarse en “Qué rico mambo” en Chiapas.
“Esa fue una noche muy especial porque era muy difícil también. Mi mamá me dijo: ´ve al compromiso que tienes, la verdad te va a servir mucho para distraerte un poco´”, reveló, “aparte fue una gran sorpresa el lugar, el escenario… estuvo llenísimo, la gente se portó increíble; estuve muy contento y emocionado”.
En algún momento de la presentación tuvo que dejar de cantar porque la emoción lo embargaba, aceptó.
“La gente se portó de maravilla, se ponía de pie cuando me acercaba a cantar y regresé a mi casa, a la casa de mi madre en Torreón, con mucha energía muy linda.
“Eso es una cosa que te llena de felicidad; en esos momentos te dan ganas de seguir adelante”.
La música, expresó, ha sido una gran terapia en estos días difíciles.
“Nos sirve en todo momento, para todo estado de ánimo. La música te recuerda muchas cosas y te transporta a otros tiempos y lugares”, indicó Pablo.
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