Nueva York, E.U.-
A sus 48 años, Guadalupe Montes ha transitado toda su vida prácticamente como un fantasma; sin ningún documento de identidad de su natal México y, por ende, ninguna identificación emitida por Estados Unidos, donde radica desde hace dos décadas.
A merced de la buena voluntad del personal de hospitales y de las escuelas de sus hijos “e incapaz de acceder a cuentas de banco, casarse, denunciar un crimen o gozar de ningún beneficio social”, Montes es una de los miles de mexicanos en Estados Unidos que padecen de la llamada “doble invisibilidad”.
“En la escuela de los niños y en los hospitales me piden una identificación, pero yo no se las puedo dar. Y así me reciben a veces, con mi puro nombre, pero siento yo que no tengo nada”, dijo Montes, de rostro y apariencia juvenil para su edad, madre de cuatro hijos.
“Mi mamá nunca me registró. No sabría decirle por qué”, contó Montes, nacida en Zapotitlán Laguna, en el sureño estado mexicano de Oaxaca.
Obtener un acta de nacimiento para Montes es un primer paso que le permitirá conseguir un pasaporte “necesario para que sus hijos obtengan también uno” y para que, en caso de que sea aprobada la reforma migratoria en Estados Unidos, pudiera regresar a México.
Entrevistada en el consulado de México en Nueva York, Montes es una de las casi siete mil personas que se han beneficiado del programa “Identidad sin fronteras”, emprendido hace tres años por el Registro Público de Oaxaca para otorgar identificaciones a oaxaqueños que radican en Estados Unidos.
“Estas personas son los más vulnerables de los más vulnerables, los llamados dobles indocumentados”, afirmó Carlos Sada, cónsul general de México en Nueva York, que aceptó que miles de mexicanos sufren esta situación en Estados Unidos, aunque resulta imposible precisar una cifra.
El representante mexicano reveló que el comisionado de la policía de Nueva York, Raymond Kelly, le comentó esta semana que era preciso que los mexicanos contaran con una identificación con objeto de reportar crímenes.
“Tenemos necesidad de que los mexicanos que tienen un problema, de violencia doméstica o robo, se comuniquen con nosotros y nos muestren su identificación o matrícula consular. Pero si no tienen identificación cómo se van a poder comunicar”, dijo el comisionado Kelly, según Sada.
El representante mexicano indicó que en su afán de conseguir una identificación muchos mexicanos en Estados Unidos recurren a las falsificaciones, lo que a menudo les acarrea condenas de cárcel y posteriormente su deportación a México.
En ese sentido, Haydeé Reyes, directora general del Registro Civil de Oaxaca y quien encabezó el esfuerzo de una semana de esta entidad en Estados Unidos, dijo que la falta de identificaciones abre “un nicho enorme para el mercado negro de falsificación de documentos”.
Según Reyes, viven en Estados Unidos 1.2 millones de oaxaqueños, la mayoría de los cuales radica en California y en Nueva York. Miles de ellos no cuentan con una identificación.
Para Guillermo Armando Maceda Hernández, el drama comenzó cuando intentó obtener beneficios de la seguridad social de Estados Unidos luego de que sufriera un accidente de trabajo y de que funcionarios le solicitaran un acta de nacimiento original.
Al intentar obtener su acta del Registro Público de Oaxaca se dio cuenta de que su apellido constaba en los archivos de la dependencia como “Maseda”, y que variaba por un día en su fecha de nacimiento.
“He dejado de obtener 200 dólares a la semana desde hace año y medio, porque no puedo acreditar mi identidad”, lamentó Maceda. “Ahora me dicen aquí en el consulado que me pueden arreglar mi problema. Ojalá. Ya he esperado mucho tiempo”, dijo.
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