Gracias al amigo, compañero, colega, contemporáneo y coetáneo Héctor Hugo Jiménez por invitarnos a participar en este proyecto periodístico deportivo, es nuestra primera vez que escribimos de pelotas, nunca antes lo habíamos hecho sobre temas atléticos o el show business del espectáculo.
Nuestras diarreas mentales y barrabasadas siempre han sido en el tenor de la polaca, de tirarle detritus a los (dis) funcionarios ratas, a los goberladrones bandidos como el de Reynosa o a los, y las, alcachofas tan granujas y truhanes.
Eso no representa ninguna dificultad para nadie que teclee para el público, porque materia -y fecal también- sobra a mares.
Ahora vamos a ver que tal nos sale el mundo de las pelotas y los chichones, de antemano nuestras dos pasiones son el pambol (fútbol soccer) y el “americano”.
Esta vez no abarcaremos a todos los conjuntos de ambas disciplinas (NFL y Liga MX), solo a los de rigor en la afición mexicle, o sea, a nuestros amados Vaqueritos y a las mayestáticas Águilas del América (hasta parecemos chilangos).
Acabamos de estar este 3 de octubre en el AT&T de Arlington, Texas, viendo a nuestros Cowboys versus las Panteras de Carolina. Ña raza de allá cree -enfermos por la sequía gacha de 25 temporadas sin anillo (son el Cruz Azul de la NFL)- que ahora como nunca en una peseta de siglo, sí hay elementos como para hacernos soñar en llegar el 13 de febrero al increíble estadio SoFi de Los Angeles (grosero costo de 5 mil millones de papelitos verdes), en la vieja Califa, buscando el anillo.
Dallas va con un muy buen 5-1, increíblemente perdió solo el primer juego, pero fue debido a dos fallas de su pateador contra el “Brady Bunch”; ahora este domingo contra Nueva Inglaterra le ganó al tramposo Belichick y al jovencito Jones, pero los texanos tuvieron 12 castigos para 115 yardas y balones perdidos increíblemente como el de Prescott en la zona de anotación.
Como lo de este domingo, son cosas que no les permiten despegar y/o tener marcadores más acordes a la realidad de cada partido, se está lejos para mostrarse como los vaqueros de Roger Staubach, cuanti menos como los de Troy Aikman.
Pero parece que para allá van, solo que le faltan los más difíciles, o sea, Vikingos, Jefes, Santos y Cardenales, además de Denver, Las Vegas, así como los rivales de división, que aunque muy malos, estos siempre se crecen.
Dak Prescott, maduró con el suicidio de su hermano Jace en abril, cuando el mariscal estaba en el hule por la fractura de tobillo en octubre pasado; así como el nuevo contrato supermillonario firmado el pasado mes por 160 millones a cuatro años, le obligan a despuntar, convertirse en estrella y también en darle algo a cambio a Jerry Jones, wey que no regala nadita sin que olfatee algo sustancioso del otro lado.
Claro que en playoffs de la Nacional, tendrá a unos intratables invictos Cardenales, un Aaron Rodgers picado en su orgullo y un Tom Brady…, el cuasi eterno Brady (7 anillos y 44 agostos).
CHILE CON LA COLA
Del Ame, pues ¿Qué podemos decir, que no les encienda un cuete en el “you know” a los ‘antis’? Todo mundo “hace chile con la cola” cuando se trata de los de Coapa, lo que se diga despierta pasión extrema, nunca mejor descrito que es el equipo del “ámame u ódiame más”.
El primer calificado a la liguilla desde el sábado pasado (no era penal en San Luis), con 6 puntos de ventaja sobre el que sigue (hace frío en la cima, las águilas siempre vuelan solas en las alturas), lo que se hable o se teclee, inequívocamente despertará sentimientos radicales, es el sello que envuelve a este equipo grande.
Pero ya despertaron los de siempre (Monterrey, UANL, León, Cruz Azul) así que el script se repite como cada seis meses, dónde la liguilla es otro torneo y ya no de ocho, sino hasta de 12 clubes posibles de campeonar, de un total de 18.
¿Así o más “showbusiness” este circo? ¿Más ridículo, mediocre y metalizado nuestro pambol mexicle? pero ni modo, aquí nos tocó vivir, que le vamos a hacer, nos queda seguir apasionados y haciendo carnes asadas con los cuates, ingiriendo cantidades industriales de marranilla los fines de semana y también a mitad de la misma.
Ahora, de nuevo, hay juegos los lunes, viernes, sábado y domingo, incluso ¡hasta los martes de frutas y verduras!, ello cuando se trata de dobles jornadas o las copas moleras y otros torneillos flatulentos, pero que son buena excusa para echar un hueso al bote y cotorrearla con los charolastras.
Liga MX y NFL ¿Qué seríamos los machitos sin estos dos inventos? ¿Cómo nos aguantarían nuestras fieras en casa y como las soportaríamos nosotros a ellas, sin estos dos remansos de paz o escapes al enloquecedor estrés de la chamba, estas dos distracciones cada semana?
Que no se acaben las pelotas; y hablando de, que gacho se cayó “El Turco” Ancer este domingo en Las Vegas, pero ya se alivianará, sin duda será grande.
Por cierto y ahora que parlamos de bolas (las de piel), ahora también súmenle -o súmanse ustedes en las aguas frescas de cebada- estamos en los playoffs de MLB ¡Go Red Sox! ¡Échale más mezquite al asador!