Por Brenda Rodríguez
Los que han corrido un maratón seguro me entenderán.
Completar la distancia de los 42 kilómetros y 195 metros despierta una gran sensación de satisfacción, pero hay algo que disfruto mucho también: Recorrer en mi mente la película completa de todo lo que viví a lo largo del maratón, una vez cruzada la meta.
Y es que si practicar este bello deporte se parece en mucho a la vida, más lo es completar esa distancia, porque se experimentan todo tipo de sentimientos, algunos contradictorios. A veces ganas de renunciar, y al kilómetro siguiente de seguir adelante con todas las ganas del mundo. Por eso se disfruta mucho recordar tramo a tramo lo que vivimos a lo largo de la distancia.
Después de cruzar la meta solemos ver pasar todo lo experimentado, los obstáculos mentales, emocionales y físicos que nos encontramos, las pendientes, las subidas, y algunas de las personas que compartieron el recorrido, y cuya presencia por alguna razón nos llamó la atención.
Suspiramos por todas las emociones que han quedado atrás y quedarán grabadas en una película aún más grande, la de nuestras vidas.
En tiempos de pandemia, la experiencia de correr un maratón se ha vuelto solitaria y con una mirada profunda hacia dentro de nosotros mismos, ante la necesidad de entrenar y competir sin acompañantes, por aquello de la sana distancia.
Si correr un maratón es una experiencia mitad física y mitad mental, ahora el desarrollo de la fortaleza mental ha adquirido más importancia que antes.
Los especialistas creen que la cancelación durante el 2020 y parte del 2021 de los eventos presenciales, ha acumulado una ansiedad en los corredores que derivará en un aumento de participantes en los eventos abiertos al público, incluso, creen que ha provocado el nacimiento de corredores nuevos, que encontraron en correr una actividad con menos riesgo de contagio que otras.
¿Qué es lo que hace que nazca un corredor nuevo?
Pueden ser muchas situaciones las que hagan que alguien se inicie en este deporte, pero hay algo fuera de discusión, el hecho de que permanezcan en él dependerá de la oportunidad que le den al maratón de que toque sus vidas.
Los entrenamientos son demandantes, pero a cambio el maratón te recompensa de muchas maneras, porque no sólo te regala salud, sino valores como la disciplina, el compromiso, la tolerancia hacia otras personas, la paciencia, la humildad, la capacidad de gestionar nuestras emociones.
Han sido tiempos duros los de la pandemia, pero la soledad del maratón ha sido un bello refugio y maestra para enfrentar esta etapa de la vida.
Corredora de diferentes distancias y maratonista desde el año 2009 a la fecha, y cuenta con maratones nacionales e internacionales. Colaboró como columnista en el periódico El Horizonte.