Río Bravo, Tamaulipas.-
Aunque Rafael Cepeda Puente es originario de Charcas, San Luis Potosí, parte de su vida ha transcurrido en Río Bravo, Tamaulipas, donde vive actualmente, en su casa ubicada en la colonia Esperanza.
A los 100 años de edad sigue siendo un hombre trabajador, dedicándose a la carpintería, la reparación de máquinas de coser y además, también teje a mano cobijas y bufandas.
Pero el trabajo no es nada nuevo en su vida, pues siendo un niño ayudaba a sus padres en el cuidado de vacas y chivas, y aunque, como cuenta, en ocasiones había situaciones tristes, como que el tren le llegara a matar alguno de sus animales, le encontraban el lado bueno a la situación, pues de ahí obtenían el alimento para comer por varios días.
Cuando fue mayor, puso su propia tortillería y tiempo después, como muchos, emigró a Estados Unidos para trabajar como bracero, para posteriormente, desempeñarse en la pizca de algodón en el ejido José Delgado, perteneciente a Valle Hermoso, Tamaulipas.
Pero trabajar en este ejido no era labor sencilla, pues desde San Luis Potosí debía trasladarse en tren para llegar a tierras tamaulipecas y años después, decidió finalmente quedarse en José Delgado, para vivir de la agricultura.
Quienes lo conocen lo describen como una persona tranquila, bromista y alegre, con una sonrisa que lo caracteriza; y esta alegría por vivir se la ha transmitido siempre a su familia, conformada por tres hijos de su primer matrimonio, de los cuales le sobreviven dos; así como a los 13 que procreó con su actual esposa, Lorenza Rivera Mendoza.
Sus hijos y nietos lo ven como un padre responsable y trabajador, y un abuelo cariñoso y amoroso; y todos sus seres queridos comparten hoy la dicha de celebrar junto a él su cumpleaños número 100.