Ha sido poco el cambio, pero significativo. Hace 10 años presenciar un partido de la Selección Mexicana Femenil en un estadio de futbol profesional parecía un sueño sin fundamentos, por decirlo de alguna manera coloquial: “Un cuento de hadas”.
No se puede decir que todo es miel sobre hojuelas. Hay muchas cosas por mejorar, pero tampoco se puede negar que hay algo diferente.
Desde 2011 hasta 2019 la Selección Mexicana tenía un promedio de 3 partidos amistosos por año, cuando en promedio una Selección femenil puede llegar a jugar hasta 8 ó 10 partidos amistosos por año.
Solo en 2021 desde la llegada de Mónica Vergara a la Selección, el conjunto azteca ha jugado 9 partidos amistosos en el año (prácticamente hay partidos en cada Fecha FIFA que ha existido)
Otro dato interesante es en el manejo de información publicado por la Selección Mexicana se tiene una cuenta propia en redes sociales, se notifica sobre los partidos, convocatorias y resultados, cosa que anteriormente no se tenía o era complicado llegar a tener esa información.
Este nuevo proceso viene junto con años de lucha de futbolistas, entrenadoras, afición que han pedido un trato digno para ellas. En este “cuento de hadas” donde el escenario es el fútbol, el personaje bueno es la Selección, el malo la falta de apoyo; llegó la magia y esa es la demanda constante de muchas personas para que este sueño “sin fundamentos” demuestre que sí existen, y muchos, para seguir avanzando.
Y como diría la capitana de nuestra selección mexicana, Kenti Robles en agradecimiento a la afición: “En resumen todas y todos los que hicisteis que valiera la pena saltar a esta piscina sin saber si estaba llena”.
Twitter: @ikbenandrea