Tapachula, Chiapas.-
Cientos de centroamericanos y extranjeros de origen antillano salieron el pasado 23 de octubre de Tapachula, Chiapas. Buscan llegar a los Estados Unidos.
La Guarda Nacional de México (GN) intentó contenerlos, pero varias personas resultaron heridas por el uso excesivo de la fuerza, incluido un niño guatemalteco de 3 años de edad.
Ese incidente hizo que interviniera la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para condenar los actos de violencia en contra de los derechos de niños, niñas y adolescentes que están buscando refugio internacional.
No obstante, ante la crisis migratoria que ya se observa en México, algunas organizaciones en pro de los extranjeros que atraviesan el país reconocieron que ahora mismo los albergues se encuentran saturados, lo cual viene a agravar las condiciones de alojamiento para quienes lo solicitan.
Cientos de familias aguardan en casas de migrantes como las de Reynosa, mientras cada día se siguen acumulando los recién llegados.
“La situación es preocupante, porque hay personas que llevan más de un año esperando su trámite de asilo”, declaró Héctor Silva, director del centro de asistencia Senda de Vida, donde actualmente hay alrededor de mil 300 personas refugiadas.
Al mismo tiempo esta nueva caravana, como la que recorre ahora mismo el sur de la República, pone contra las cuerdas a las autoridades por un fenómeno que últimamente ha dividido al país, con relación a dejarlos o no pasar.
Por un lado los Estados Unidos están presionando a México para detener el flujo de indocumentados y, por el otro, el Estado se está viendo obligado a atenderlos por razones humanitarias. El Instituto Nacional de Migración (INM) los baja de las unidades donde se trasladan, pero no a todos deporta, sabe que es difícil contenerlos y deja que sigan a pie su camino.
Muchos de los inmigrantes son apoyados en su paso por las comunidades donde transitan, lo cual ha provocado que varios civiles sean detenidos cuando les ofrecen algún traslado en su vehículo.
Algunos están solicitando amnistía en México para poder desplazarse sin problema por el territorio nacional, otros deciden transitar sin estar en regla, y ante ese dilema la caravana cada día crece en número.