¿Te has preguntado para qué corres? ¿Por qué corres? ¿Qué es lo que te hace levantarte cada mañana para entrenar?
¿Cuál es tu propósito de vida? ¿De qué manera correr se empata con tu propósito de vida?
Hace poco, una de nuestras amigas en el equipo se realizó unos exámenes médicos, y sucedió algo que le levantó el ánimo, porque estaba atravesando momentos complicados en su vida.
Al darle los resultados, el médico la felicitó porque le dijo que tenía la salud de una joven de 20 años de edad, y ella tiene poco más de 40 años.
Se alegró y sintió que había valido la pena todos los sacrificios que había hecho en las mañana para levantarse y poder entrenar.
Así que uno de los grandes propósitos que podemos tener al correr, es la salud. Pero puede haber otros, en mi caso, ha sido también tener una disciplina, un valor que he desarrollado a través del correr y que ahora aplico en muchas áreas de mi vida.
En un libro leí lo siguiente: “la disciplina es más que la inteligencia”.
Se refería a que cuando tú eres disciplinada para llevar a cabo un proyecto en cualquier área de la vida, los resultados se darán tarde o temprano, de la misma manera en que los tiempos caen sí o sí cuando seguimos un programa de entrenamiento.
Tener un propósito para correr nos hace levantarnos cada mañana, esa motivación que hace que enfilemos toda nuestra energía hacia un solo lugar, lo que logra traer de vuelta a nuestra mente cuando esta se encuentra dispersa.
Los corredores entendemos esto bien, y es que cuando sabemos que queremos, aunque se presenten dificultades para lograrlo, de alguna manera no quitamos la vista de lo que queremos alcanzar.
Lo vamos aprendiendo a base paciencia, sudor y muchos kilómetros, y sabemos que todo empieza con solo una decisión, esa que implicará hacer un gran compromiso con nosotros mismos, como lo es por ejemplo correr un maratón.
Desde ahí, somos conscientes de que no habrá día caluroso, lluvioso o muy frío que nos haga desistir de salir a entrenar y cumplir con el entrenamiento.
Son tantos meses los que deberemos dedicar a construir nuestra base física y mental para lograr enfrentarlo con éxito, que se va volviendo, sin pensarlo, parte de todas las áreas de nuestra vida.
No rendirse, trabajar duro por eso que deseas y al final ver qué valió la pena, sin duda, es de las experiencias más satisfactorias que podamos recibir como seres humanos.
Corredora de diferentes distancias y maratonista desde el año 2009 a la fecha, y cuenta con maratones nacionales e internacionales. Colaboró como columnista en el periódico El Horizonte.