Este jueves comienza la última fecha de la fase regular de la Liga MX y en próximos días tanto la Liga MX femenil como la Liga de Expansión harán la propio, para terminar de conocer a los invitados a la ‘gran fiesta’ de nuestro balompié que coronará a 3 nuevos monarcas en cada liga, siendo en la primera y segunda división en las que ya se han revelado a los calificados a la siguiente fase.
Pero, dejando a un lado esta parte de algarabía, hablaremos de un desagradable invitado que siempre está presente en los estadios de futbol y que, en la mayoría de las ocasiones, no es ‘convocado’ por los equipos, sino por la afición.
La violencia en las tribunas así como la invasión de ‘aficionados’ al terreno de juego es el pan nuestro de cada día, excusándose en la pasión que se siente por un equipo, unos colores o la idolatría por un jugador o por el simple hecho de querer buscar bronca y tratar de ‘aleccionar’ a las aficiones de otras plazas que si te ven con un jersey de la visita, te golpean así vayas únicamente con tu familia y seas mujer u hombre (sobre todo, en el norte del país se da este fenómeno); pero siendo honestos, si entre las personas que son ‘hinchas’ de un mismo equipo se presenta este tipo de actitudes, es entonces cuando nos damos cuenta que ese tipo de acciones son más por molestar al rival, por qué se creen dueños del equipo, del estadio, de la butaca o simplemente se sienten envalentonados por el alcohol, que consumen afuera o al interior del coloso deportivo.
Estos casos de violencia tienen sus orígenes en las barras argentinas que llegaron a México por ahí del año 1996 o con los ‘Hooligans’, barristas ingleses que causaban destrozos a diestra y siniestra en donde se paraban.
México siempre ha sufrido de este mal el cual, se supone, sería erradicado con acciones que implementaría el máximo órgano rector del pambol y las cuales, no han surtido efecto.
Es verdad que se vetan estadios y los rijosos que causan lesiones graves con sus golpes o que simplemente son los incitadores para esa situación y también es cierto que se multa económicamente al club, pero me parece que aún falta mucho trabajo por hacer, sí por parte de la FMF pero más de cada equipo.
Si bien, revisan a las entradas que no metas objetos que pueden ser usados como proyectiles o con los que se pueda golpear, creo que también habría que trabajar mucho en no dejar pasar a gente ya con alcohol en el cuerpo (el aliento los delata) y controlar la cantidad de cerveza que se venda en el inmueble.
Aunque, definitivamente el verdadero trabajo para, si no erradicar de lleno la violencia, sí comenzar a eliminarla, comienza en casa, en la manera en cómo vemos nosotros el fútbol (que es un deporte y negocio) y cómo lo inculcamos en nuestros niños y adolescentes.
Porque, haciéndoles entender que es solo un juego y que el resultado y los colores del equipo no son indispensables para vivir, es como podremos dejar de lado el fantasma de la violencia en los estadios, ya que no es de vida o muerte defender tal o cual color. Disfruten del futbol sanamente y con la cabeza frío, de manera objetiva.
Nos leemos en la siguiente.
Comunicóloga y locutora certificada por la SEP. Corresponsal de deportes de TUDN Radio Estados Únicos y ex colaboradora de TUDN México Digital.