(Baking imposible, 2021)
Netflix
Las extravagancias culinarias siempre ofrecen sorpresas deliciosas.
Este reality show de corte familiar contiene una idea novedosa y muy truculenta: un cocinero se reúne con un ingeniero para hacer pasteles que deben ser sometidos a pruebas de resistencia. Por más retorcida que suene la idea, resulta muy divertida.
A lo largo de ocho episodios de la primera temporada, se observan repostenieros haciendo enormes esfuerzos por hacer creaciones que sean deliciosas y que, al mismo tiempo, puedan soportar exámenes de presión mecánica.
Por ahí se pueden ver torres horneadas de pan y cubiertas dulces que deben soportar el movimiento de una mesa vibrátil que amenaza con derribarlo, como con frecuencia ocurre. O se deben confeccionar vestidos hechos enteramente por material comestible, pero que deben contener un elemento mecánico, como alas de turrón que pueden moverse en la espalda de la modelo.
Y así van pasando cochecitos de betún que deben soportar un impacto, o un campo de golpe que debe superar una prueba de juego en su superficie.
Las pruebas son contrarreloj y con eliminatoria, hasta llegar aun suculento premio mayor en efectivo.
Aunque suena y se ve extraño, es un entretenimiento delicioso para todos.
(G. Todas las edades)
@LucianoCamposG