Entre más alto vuelas, más pequeños parecen ciertos problemas.
Entre más alto vuelas, ciertos objetivos por los que antes te desgarrabas para alcanzar, ya no parecen tan importantes.
Entre más alto vuelas al entrenarte para un maratón, empiezas a darle más importancia a lo esencial, y menos a lo material o efímero.
Entre más alto vuelas deja de parecerte tan importante correr más rápido que esta o aquella persona, porque lo esencial no se mide con un cronómetro.
Y es que lograr un gran tiempo para nosotros los corredores en un maratón o en alguna otra distancia, es algo que nos motiva a siempre ir en busca de más.
Trabajamos en ello por meses o incluso años, dedicamos grandes esfuerzos para conseguirlo, entrenamos sin descanso, nos inscribimos en competencias una y otra vez buscando esa esperada marca en el cronómetro, a veces exageramos como si se tratara de una cuestión de vida o muerte.
Nuestra satisfacción personal depende de si logramos o no alcanzar ese tiempo, ese récord personal que tanto buscamos y cada vez que no lo conseguimos nos llegamos a sentir devastados, como si todo lo que hicimos no hubiera valido la pena.
Nada más alejado de la realidad que tener esos pensamientos, esa sensación de que estamos haciendo todo en vano es incorrecta, ya que durante todo ese tiempo en donde buscábamos un resultado en particular, seguramente desarrollamos sin imaginarlo otras tantas aptitudes y habilidades que a la larga serán más duraderas y de mayor beneficio para nuestra vida que el hecho de lograr conquistar una marca, pero debemos estar atentos para percibirlas.
Llevar a la práctica en nuestra vida diaria todo lo que aprendemos a la hora de correr es algo que resulta beneficioso en muchos sentidos.
Si bien el orden, la disciplina y la constancia son algunos de los hábitos más comunes en los corredores, no son los únicos que pueden adquirirse.
Paciencia, perseverancia, adaptabilidad, eficiencia, dedicación, autocontrol, resistencia, compromiso, ética, compañerismo, solidaridad, humildad, son algunos ejemplos de todo lo que podemos obtener mediante la práctica de este deporte.
Que no se confunda, el ser corredor no nos hace mejores personas que las que no lo son, lo que hace este deporte es entregarte herramientas útiles para que puedas llevar de una manera más óptima tu vida y ser una mejor versión de ti mismo.
Comprender esto toma tiempo, es parte de ir de madurando como corredores y es importante entenderlo porque de esta forma no nos sentiremos frustrados cada vez que los números al final de una carrera no nos complazcan, después todo los tiempos son efímeros, pero los valores son para siempre.
Corredora de diferentes distancias y maratonista desde el año 2009 a la fecha, y cuenta con maratones nacionales e internacionales. Colaboró como columnista en el periódico El Horizonte.