La masculinidad define el actuar del hombre en la sociedad y es muchas veces es ignorado ya que estamos tan acostumbrados a hablar más sobre el feminismo que olvidamos su contraparte.
La masculinidad, es un término del que tenemos poco o nada de educación, lo cual no ayuda para entender que existen distintos tipos que deben ser respetados y aceptados por igual.
Según la Comisión de Derechos Humanos, la masculinidad, se define como un conjunto de atributos o valores, comportamientos o conductas que son característicos del hombre en una sociedad determinada.
Se puede entender que en una sociedad y en otra no existan un tipo de hombre universal, además, cada persona aprende de manera diferente de acuerdo con mecanismos, códigos aprendidos que soportan y explican dicha diversidad de la cual influye: su raza, orientación sexual, clase social y la pertenencia a un grupo determinado.
Lo que llamamos masculino, es formado por una construcción social, además que se ve modificado por cada cultura, ideología, así como sus cambios, en ese ámbito como el económicos, jurídico y depende de cada época.
Independientemente de qué tipo de masculinidad sea la persona, se entiende que no existe un modelo ideal y que el principal reto es desarticular las relaciones de poder, los privilegios, el sexismo, la homofobia y así lograr que cada quien obtenga su dignidad e igualdad.
A algunos tipos de masculinidades, como la hegemónica es la de un hombre heterosexual, proveedor, dominante y alto autocontrol de las emociones; la segunda, la subordinada, no es tan fuerte y tampoco lo es económicamente, digamos perfil medio.
Las masculinidades alternas se definen por ser más flexibles, elegir lo mejor de las anteriores, aceptar que los hombres tienen los mismos sentimientos que las mujeres y que puede existir positivamente la amistad entre los hombres.
El machismo es una serie de comportamientos estereotipados de supremacía masculina, que puede ejercer violencia para forzar a otros a actuar a su manera y justificarse de; mientras que el micro machismo, es en el que se utilizan mecanismos sutiles de dominación que no son abiertamente violentos, pero pueden ser advertibles como esperados, así como esperados.
La masculinidad no es o mismo que la masculinidad tóxica, en las que existe una enorme diferencia en su manera de actuar: la primera es con conciencia y la segunda en donde se ejerce la violencia y daño a la mujer.
Somos personas formando otra de manera directa e indirecta, dentro de nuestra misma sociedad y la masculinidad no solo es una idea de construcción social, no solo es fuerza, también es liderazgo.
La masculinidad complementa por su esencia a las mujeres con su valentía, lealtad, fortaleza, con virilidad, apasionamiento, ser inquebrantable y defensor.
Ser masculino es por su naturaleza un ser humano al servicio de otro, que puede ser más débil o vulnerable, y no todo lo contario a un macho opresor y violento.
La diferencia que puede e el parteaguas entre un macho y un hombre que ejerce una masculinidad positiva se da en la educación, ya que en las estadísticas se reflejan con el daño que una mala masculinidad ha dañado la sociedad.
La falta de responsabilidad en la paternidad, como en México, como la que ejercen los hombres que abandonan a sus familias, afecta en el desarrollo de los niños que crecen sin papá, así como los que se quedan y actúan con todo tipo de violencia en su hogar.