Para los que hemos vivido la transición tecnológica podemos recordar con nostalgia los DVD que rentábamos o comprábamos para ver películas. El contenido era dividido por regiones y en México nos encontrábamos en la región 4. En ocasiones se estilaba comparar estas regiones para dar a entender que la calidad de las cosas era de acuerdo con la región. En nuestro caso, nuestro futbol es región 4.
Extraje estos recuerdos porque el fin de semana vi los partidos de repechaje cuyos resultados completaron la liguilla que se jugará esta semana. Me llamó la atención el partido de Chivas-Puebla, y esto porque el entrenador de las chivísimas que son más mexicanas que la misma selección, es Marcelo Michel Leaño, nuestro glorioso “Pep región 4”.
Leaño llegó a ser el director técnico del equipo más famoso de México en circunstancias inusuales; siendo amigo del dueño Amaury Vergara, se habla de que le movió el tapete a nuestro querido Víctor Manuel Vucetich viniendo desde el puesto de encargado deportivo, cualquiera que haya sido la función que desempeñaba.
Leaño tiene una manera de hablar motivacional y se proyecta con una visión triunfalista basada en la actitud buscando mover el mundo con el poder del discurso, como su contemporáneo Rafael Puente Jr. Es un personaje similar, con apellidos de peso en el medio, con acceso a educación y un verbo que busca convencer sobre los resultados del mismo.
A diferencia de Guardiola, nuestro “Pep región 4” carece de experiencia para liderar y dirigir a un grupo de jugadores en el futbol profesional. La única piedra que ha picado es la puerta de su familia para obtener lo necesario y estar en la posición deseada.
El antecedente de Guardiola nos lleva a sus épocas de jugador y más allá de su experiencia en Europa. Vino a prepararse en sus ultimas etapas con entrenadores de los cuales quería aprender, no solo su verbo, sino con métodos, tácticas y tratos para posteriormente complementarlo con la preparación académica como entrenador del más alto nivel.
El paso de Pep incluye comenzar en las inferiores de Barcelona para después traernos al Barcelona del sextete con un Messi potencializado y los pivotes claves en Xavi e Iniesta.
Este bagaje no es algo menor. Leer un libro de Guardiola, Mourinho o Alex Ferguson no me hace buen técnico; tener una labia llamativa, motivacional, pero al final carente de resultados, no es lo que un equipo debe buscar en un técnico para trascender en el futbol mundial, mucho menos en el mexicano.
Forma no es fondo. Mientras Guardiola exterioriza su fondo en ciertas formas, Leaño impulsa una forma sin un fondo que la respalde, y los resultados lo demuestran.
Ya se habla de pérdida de confianza en el entorno de los jugadores chivas, y la palabra no tardará en perderse y otro técnico vendrá. Es interesante cómo su contemporáneo, Rafa Puente Jr., tomó una mejor decisión y buscó ser el auxiliar de un histórico como Ricardo Ferretti. Es una escuela que, si la aprovecha, podría proveer algo de fondo a su forma y al final podría capitalizar su retórica en resultados mas acordes a lo que proyecta.
Sólo el tiempo nos podrá demostrar hasta dónde nuestro Pep tropicalizado lograró llegar. El apellido lo puso ahí y el verbo lo ha sostenido, pero los resultados lo condenarán si no aprende trucos nuevos ya que ahorita está más cerca de ser un Carlos Muñoz que un Pep Guardiola. Tiempo al tiempo…
¡Saludos DESDE EL SILLÓN!