Quiero que sepan que no me marea salir a cuadro cuando hago una entrevista de personaje para Hora Cero Deportes (HCD) en alianza con el Canal 28. Ya estoy vacunado para no ser vanidoso a mi edad, y mucho menos caminar como si pisara una superficie de algodón.
Me estoy divirtiendo haciendo lo que soy: periodista. Y he vuelto a mis orígenes de estudiante en la Facultad de Ciencias de la Comunicación, allá a comienzos de los 80, cuando quería ser reportero de deportes del periódico El Norte.
Pero el destino me llevó a ingresar a El Porvenir el 17 de septiembre de 1984, faltando un año para egresar de la la UANL. Y hasta junio de 1988, cuando decidí irme, combinaba mi labor de reportero de investigación supliendo al editor de la sección deportiva, don Julio Alcalá.
En esa área conocí a un esquemador de páginas de nombre Francisco Javier “el Gordo” Nava, una de las personas más talentosas con quien he trabajado y de quien aprendí a visualizar una portada de deportes y ser creativo, y hasta irónico para cabecear las notas de los reporteros.
En las ausencias de don Julio y de Nava me daba rienda suelta. Recuerdo algunas portadas como aquella cuando al matador Manolo Martínez, con muy mala puntería con la espada para matar, le hicimos una caricatura con una pistola en la mano y un toro en el piso con un hoyo en la frente.
Hubo otra portada que titulé ¡Caña amarga!, en referencia a la derrota de los Tigres frente a los Cañeros del Zacatepec. En fin, fue una extraordinaria época compitiendo en portadas de El Porvenir contra El Norte.
En 1986 fui enviado especial al Mundial de México 86 y al regreso de la Fórmula 1 al autódromo Hermanos Rodríguez de la CDMX. Tengo el privilegio de haber visto caminar por la zona de pits y conducir a uno de los más grandes: el brasileño Ayrton Senna en el bólido negro de la escudería Lotus con el patrocino de los cigarros John Player Special.
En 1988 me contrató El Diario de Monterrey donde, como jefe de la sección, formamos un extraordinario equipo de reporteros y editores en deportes con Diana Martínez, Sotero Monsiváis, Héctor Ortega, Pedro Buendía, Alberto Escobar, y colaboraciones de José Luis Esquivel, Antonio Nelli, Guillermo Martínez, Juan Ramón Piña y Luciano Campos, entre otros.
Jamás olvidaré cuando una nota de El Diario de Monterrey orilló al despido de Pedro García, el chileno entrenador de Rayados. Y la cobertura exclusiva (ni El Norte se enteró), de la visita a Monterrey de Peter O’Malley, entonces propietario y presidente de los Dodgers de Los Angeles.
Hace pocas semanas empezamos Hora Cero Deportes, un micrositio dentro de nuestro sitio www.horacero.com.mx, que ha sido muy bien arropado por el gremio periodístico, sostenido por columnistas de amplia trayectoria y conocimiento, además de nuevas y talentosas plumas.
Hoy me sobra entusiasmo como cuando empecé mi carrera con las entrevistas que estoy haciendo a personalidades como al ícono del periodismo deportivo en México, José Ramón Fernández; al marchista doble medallista olímpico, Raúl González “el Matemático”; al matador en retiro Eloy Cavazos, y al empresario Mauricio Fernández Garza.
Hora Cero Deportes apenas empieza como una alternativa periodística en estos nuevos tiempos con diversas plataformas para difundir contenidos con mayores alcances de público.
Sin embargo, las nuevas generaciones deberán saber que los contenidos que ofrecerá HCD tendrán un sello: el buen periodismo. Ese que nunca desaparecerá ante la avalancha de textos y videos que inundan las redes sociales y que muchas veces carecen de credibilidad.