Qué gran jornada sabatina nos brindaron los equipos del fútbol mexicano. Por un lado América recibiendo a los Pumas y por otro lado Atlas recibiendo a Rayados en cuartos de Final.
La magnífica y casi perfecta temporada de las poderosas Águilas del América se vio borrada por unos Pumas sobrenaturales, con una dinámica, enjundia y mentalidad fuera de lo común; no cabe duda que la rivalidad entre ambos clubes es a todas luces demencial.
En el ambiente del Coloso de Santa Ursula, con un colorido espléndido, la afición Puma rebasó a la de las águilas con creces.
Particularmente quiero resaltar al defensa lateral derecho de Pumas, el número 2, Alan Mozo Rodríguez de 24 años.
El trabajo defensivo fue bueno, pero su aporte ofensivo fue sublime, anotando un gol de pierna zurda, un tiro centro que se anidó en la cabaña de Ochoa y dos centros de pierna derecha como con la mano, uno de ellos a toda velocidad, es ahí donde se distingue la diferencia entre los que si saben centrar y los que jamás aprendieron.
Atención Tigres de la UANL, vayan negociando el precio del joven Mozo y les incluimos de pilón con todo y moño, a Charly González, es más, se los regresamos gratis.
Pumas es firme candidato al campeonato mexicano, esa mentalidad los agranda una barbaridad y me agrada por su afición, qué manera de apoyar en todo el partido, ni el sonido local pudo opacar sus alientos.
Atlas no me gusto su fútbol, no le vi nada peligroso, pasó sobre Monterrey no por su fútbol, si no por lo que los Rayados dejó de hacer, un equipo de pechos fríos.
¡Que alguien me explique!
¿Cómo puede haber tan enorme diferencia entre el Monterrey contra Cruz Azul y este último partido?
¿Será la tercera final entre Tigres y Pumas?
Me agradaría mucho que así sea… con el favor de Dios.
Muchas gracias por la gentileza de su atención y reciban un cordial saludo desde las hermosas aguas del caribe mexicano.