Monterrey, Nuevo León.-
Para las finanzas de Nuevo León hay un riesgo de reducir notoriamente la recaudación fiscal en 2022 si se autoriza el incremento del 10 al 15 por ciento a los casinos, pues afectaría directamente en los clientes, no así a los negocios, advirtió Guillermo Martínez, portavoz del Consejo Regional de Industriales del Juego (CRIJU).
Puso como ejemplo que, en caso de que la propuesta del gobierno del estado sea aprobada en el congreso local, las personas que acostumbran a entretenerse en locales establecidos y regulados por la ley, buscarán otras opciones clandestinas poniendo en riesgo su seguridad.
“Es como si alguien va con 100 pesos y, con el impuesto del 10 por ciento, sabía que jugaba con 90. Pero subiendo el impuesto al 15 por ciento ahora sólo tendrá 85 pesos”, dijo Martínez.
Antes de la pandemia la industria del juego aportaba a las arcas de Nuevo León cerca de mil millones de pesos anuales, pero con el cierre total o parcial de los casinos por protocolos sanitarios la recaudación se redujo a entre 600 y 700 millones de pesos.
“Además de estas pérdidas para la industria del juego y para las finanzas estatales, los dueños han invertido cumpliendo con las exigencias del sector Salud, por ejemplo, acondicionado espacios para los fumadores”, señaló el vocero.
Dijo que la CRIJU, que agrupa a negocios como Caliente, Codere, Playcity, Logrand, Winland, Foliatti y Revolución, propondrá al poder legislativo que se llegue a un acuerdo para no aprobar el 15 por ciento del impuesto, porque la industria apenas se está recuperando tras la pandemia.
“No se debe grabar más, sobre todo porque hay otras industrias que pueden aportar más impuestos al gobierno de Nuevo León”, apuntó Martínez y aclaró que este sector ofrece trabajo a casi 30 mil personas de manera directa e indirecta.
Señaló que en los próximos días la CRIJU llevará al congreso una contrapropuesta para el análisis de los diputados de los diferentes partidos políticos, esperando que sea aprobada.